En el marco de la alianza por la sostenibilidad entre Aviatur y Air France-KLM, damos una mirada a cómo va el compromiso mundial con el desafío climático, uno de los mayores retos de nuestro tiempo.
Precisamente, el reciente informe “Brecha de emisiones 2024: No más promesas de humo, por favor” del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP, por sus siglas en inglés) revela los desafíos atados al aumento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y el recrudecimiento del cambio climático.
No está de más entonces recordar que la meta mundial en esta materia es limitar a 1,5 °C el aumento de temperatura media global y no superar en ningún caso los 2°C. En esta tarea de supervivencia como especie un punto es fundamental: el cumplimiento y actualización de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), que curiosamente llevan la misma sigla del estándar de distribución de IATA ¡Pero nada tienen que ver con ello! Se trata, básicamente, de los compromisos que adquieren los países para reducir sus GEI.
El más reciente episodio en donde se abordaron estos compromisos fue la 29ª Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático, la COP 29, celebrada el pasado 24 de noviembre en Baku (Azerbaiyán) ¿Qué sucedió en este escenario?
Aunque se lograron acuerdos relevantes en materia de bonos de carbono y se triplicó la financiación para la acción por el clima, pasando de 100 a 300 mil millones de dólares al año, los objetivos aún están lejos de cumplirse.
La financiación esperada, que debía ascender a 1.3 billones de dólares, no se alcanzó. Además, en materia de compromisos nacionales (NDC) se permitió considerar recursos públicos, privados, bilaterales y multilaterales, lo que diluye parcialmente la responsabilidad de los países desarrollados en este financiamiento. En cuanto al mercado de créditos de carbono, persisten dudas sobre su aplicación efectiva y la falta de sanciones para los incumplimientos.
Pero ¿qué debían hacer los países en esta COP29? Básicamente, presentar sus planes climáticos nacionales y su inventario nacional de GEI. Y lo cierto es que estos informes, que son esenciales para un escenario de calentamiento inferior a 1.5 °C, aún no han sido entregados por todos los países. A la fecha, solo 79 de los 195 países lo han presentado, dentro de ellos, Colombia.
Colombia actualizó sus NDC de manera que se atienda, primero, la reducción del 51% de las emisiones respecto a la proyección de emisiones en 2030; segundo, disminuir el cambio en la superficie cubierta por bosque natural debido a deforestación a 50 mil hectáreas al año en 2030; y tercero, reducir el 40 % las emisiones de carbono respecto al nivel del 2014. Se espera que en la siguiente COP, a realizarse en Brasil, se impulsen significativamente los esfuerzos globales.