Desde recorrer el Canal de Panamá hasta explorar comunidades indígenas o saborear una gastronomía con raíces afroantillanas, españolas y criollas, cada experiencia en Panamá es auténtica.
Y es que además de las compras, de las que Panamá es un referente con centros comerciales con marcas internacionales, zonas libres de impuestos como Colón Free Zone y precios competitivos, hay también una dimensión natural y cultural en un país que es más grande de lo que se piensa. Así, desde Promtur Panamá destacaron cinco destinos que sorprenderán.
1. Ciudad de Panamá: Historia, modernidad y cultura viva.
La capital panameña es una mezcla fascinante de lo antiguo y lo contemporáneo. El Casco Antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, encanta con sus callejuelas empedradas, arquitectura colonial, cafés bohemios, bares y rooftops con vistas al mar. A pocos minutos, el imponente Canal de Panamá ofrece una experiencia única: observar el paso de enormes buques por las esclusas es un espectáculo de ingeniería que conecta océanos y culturas.
La ciudad también sorprende con su vibrante biodiversidad en el Biomuseo, una joya arquitectónica diseñada por Frank Gehry, que celebra la riqueza natural del istmo. Y si el plan es ir de compras, los malls como Albrook, Multiplaza y Metromall ofrecen desde grandes marcas hasta productos locales.
2. Bocas del Toro: paraíso caribeño

Un archipiélago donde el ritmo es tropical y el mar, cristalino. Bocas del Toro es ideal para practicar surf, buceo, kayak o simplemente descansar frente al mar turquesa. Pero también es un lugar donde convergen culturas: comunidades indígenas como los Naso Tjër Di o los Näbe Buglé conservan tradiciones ancestrales, y la influencia afrocaribeña se refleja en la música, la gastronomía y la calidez de su gente.
3. Boquete y Tierras Altas: frescura, café y aventura

En el corazón de las montañas de Chiriquí, Boquete ofrece paisajes verdes, clima templado y una atmósfera relajada. Es el destino perfecto para el senderismo, la observación de aves, la visita a cascadas o el canopy en la selva. Y para los amantes del café, es un paraíso: el geisha panameño, considerado uno de los mejores cafés del mundo, se cultiva aquí. Las Tierras Altas, que incluyen Volcán y Cerro Punta, son también excelentes para la agricultura, el ecoturismo y el turismo rural.
4. Riviera Pacífica y Pedasí: sol, mar y folclore

A solo un par de horas de la ciudad, la Riviera Pacífica cuenta con playas extensas y resorts frente al mar, ideales para quienes buscan relajación total. Más al sur, en Pedasí y Venao, el ambiente es perfecto para el surf, el yoga o la exploración de la naturaleza. Esta zona es también el corazón cultural del país: en Los Santos, las fiestas patronales, los trajes típicos y la música tradicional panameña cobran vida, mostrando el alma de Panamá.
5. Parque Nacional Coiba: naturaleza prístina y biodiversidad

Para los viajeros aventureros y amantes del buceo, el Parque Nacional Coiba es una joya oculta. Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, este parque marino es hogar de arrecifes de coral, ballenas, tiburones, aves endémicas y paisajes vírgenes. Alejado de las rutas más transitadas, Coiba promete una experiencia única con la naturaleza en su estado más puro.