Cartas de un lado y otro, anuncios de investigaciones, borradores de convenio filtrados a los medios, informes preocupantes, declaraciones optimistas y, sobre todo, mucha incertidumbre sobre el futuro inmediato en la elaboración de pasaportes, marcaron la semana que termina.
Nunca un proceso de contratación para la elaboración de los pasaportes en Colombia ha estado sometido a tanta polémica y escrutinio público. La razón es simple: desde hace 17 años esta labor ha estado a cargo de la firma Thomas Greg a través de la Unión Temporal Documentos de Viaje, que desarrollaba su labor de manera eficiente e invisible a los ojos de los medios de comunicación.
En este gobierno, sin embargo, la situación comenzó a cambiar. El presidente Gustavo Petro tomó la decisión política de sacar del juego a Thomas Greg. Las razones no están del todo claras: se habló de monopolio, de soberanía nacional en el manejo de los datos, de una licitación fraudulenta. En todo caso, el asunto prendió las alarmas por un inminente traumatismo en la generación de estos documentos.
Posesionado el 21 de mayo de 2024 como ministro de Relaciones Exteriores, Luis Gilberto Murillo asumió, entre otros desafíos, la estructuración de un nuevo contrato para la elaboración de pasaportes. La alternativa seleccionada fue la Casa de la Moneda del gobierno de Portugal, que tiene como socio en esta labor a su homóloga francesa, según se conoció esta semana. En paralelo, se prorrogó el contrato con Thomas Greg hasta el próximo 31 de agosto.
Tras la salida de Murillo el 31 de enero de 2025, Laura Sarabia asumió como ministra de Relaciones Exteriores, con la gran tarea de continuar con este proceso. El objetivo era que la Casa de la Moneda de Portugal, en asocio con la Imprenta Nacional, asumieran la elaboración de pasaportes a partir del próximo 1º de septiembre. Sin embargo, a finales de junio, Sarabia anunció la prórroga del contrato con Thomas Greg por 11 meses más.
Esta decisión, como se sabe, fue desautorizada por el presidente Petro, lo que motivó la renuncia de Sarabia y convirtió al recién posesionado jefe de despacho presidencial, Alfredo Saade, en el vocero y “articulador” de este proceso. El vehemente funcionario ha dicho en reiteradas ocasiones que el Gobierno Nacional garantiza una “transición normal y tranquila” para la expedición de pasaportes y que todo está listo para firmar con Portugal. Se espera que el anuncio se dé en los próximos días.
Culpas van, culpas vienen y el papel de la Procuraduría
Tras la renuncia de Sarabia, el asunto de los pasaportes tomó un matiz casi que novelesco. La Procuraduría General, en cumplimiento de sus funciones constitucionales, anunció investigaciones a los excancilleres Murillo y Sarabia por una presunta indebida planificación del proceso, y a Saade por extralimitación de funciones.
A este escenario se sumó una reveladora carta, confidencial, de la Embajada de Portugal fechada el 24 de junio en la que, a grandes rasgos, se responsabiliza a la Sarabia por la demora en el proceso; una acusación en la que coincide Murillo, quien ha hablado de “meses valiosos perdidos”. Sarabia, a su vez, se defiende con una carta enviada el 7 de julio a la Procuraduría en la que refiere detalladamente su gestión en esta materia.

Además, esta semana se filtró un borrador del convenio interadministrativo que suscribirían Colombia y Portugal. El documento, que data del 25 de enero de 2025, da detalles de la negociaciones con la Casa de la Moneda de ese país y puso a los medios a hacer cuentas sobre un probable costo del pasaporte ligado a la tasa de cambio con el euro. Sin embargo, no hay claridad sobre si este convenio es el que suscribirían las dos partes en “las próximas horas”, como ha señalado Saade desde hace varios días.
Uno de los hechos más significativos de esta semana estuvo por cuenta de la visita de inspección de la Procuraduría a la Imprenta Nacional para verificar las capacidades de esta entidad a la hora de producir los pasaportes. La conclusión es contundente, pero no precisamente reveladora: la Imprenta no tiene hoy la posibilidad de elaborar las libretas de pasaporte; una realidad que ha venido previendo desde hace meses.
Según reveló el procurador delegado, Marcio Melgosa —quien lideró la inspección a la Imprenta—, los funcionarios de esta entidad reiteraron que un proceso de este tipo requiere al menos un plazo de ocho meses (35 semanas) para la adecuada preparación de asuntos técnicos y de cumplimiento con los estándares de la OACI. El asunto central, sin embargo, es que “la imprenta no tiene hoy un instrumento jurídico. No tienen la certeza si serán ellos u otros”, respondió Melgosa a los medios.
¿Qué pasará el 1º de septiembre con los pasaportes?
Lo señalado por el procurador delegado resulta apenas evidente. El convenio entre la Cancillería y Portugal se firmaría muy pronto, ateniéndose a las palabras del jefe de despacho presidencial, Alfredo Saade, y depende de altas instancias del Gobierno y no de la Imprenta. La visita de la Procuraduría lo que revela es un hecho objetivo innegable: hoy la Imprenta no tiene la capacidad técnica de asumir la elaboración de pasaportes el próximo 1º de septiembre.
Para el excanciller Murillo, sin embargo, se trata de una afirmación que no es precisa: “Claro que la imprenta no estaba lista. Siempre lo hemos dicho. Por eso el modelo tenía previsto que se imprimieran las libretas por parte del aliado internacional en la Imprenta con una infraestructura que se instalaría allí. Y en el futuro, cuando la Imprenta de Colombia adquiriese la capacidad para imprimir las tarjetas, lo haría en una alianza estratégica. Ese fue el acuerdo que a título de Memorando de Entendimiento dejamos en octubre pasado”, afirmó en una entrevista radial.
El excanciller reiteró que si el convenio se hubiera firmado en marzo pasado resultaba viable implementar el nuevo modelo el próximo 1º de septiembre, pero hoy no lo sería “porque se perdió un tiempo valioso. Esa es mi insistencia”, dijo. “El criterio principal que aplicamos es no afectar los servicios al ciudadano. Esa visión no se puede perder”, afirmó Murillo, quien en entrevista posterior recomendó “continuar con el proceso de transición que ya se trae, extenderlo seis, siete meses más, y que se le entregue ordenadamente al Gobierno de Portugal”.
Eso es, precisamente, lo que pareciera no va a suceder, según se desprende de las recientes declaraciones de Saade, quien el jueves 10 de julio escribió lo siguiente desde su cuenta de X: “Estamos listos para firmar con Portugal. Luego de reuniones técnicas, todo está acordado”. En entrevista radial ese mismo día, el jefe de despacho afirmó que pronto se le explicará al país “todo el procedimiento”, “se darán las declaraciones correspondientes”, para “no entregarles a pedazos una información”.
La insistencia, por supuesto, radica en saber qué pasará el 1º de septiembre, toda vez que es claro que la Imprenta Nacional no tiene la capacidad de asumir esta labor; un punto en el que Saade no fue del todo claro: “Al país no se la ha explicado que todo tiene una transición. Cuando una empresa tan gigante como la Unión Temporal Documentos de Viaje ha tenido el manejo de los pasaportes durante 17 años tiene que existir una transición. Y esa es la transición que se le va a explicar al país”, afirmó en dicha entrevista.
Mientras llega el esperado anuncio, es evidente que la falta de claridad y transparencia en todo este proceso —la palabra “improvisación” ha aparecido de nuevo en escena— ha sido terreno fértil para la aparición de toda suerte de suspicacias, amén de la intervención de la Procuraduría General de la Nación, que tiene el ojo puesto en el proceso. “Necesitamos más contundencia, más claridad, más diálogo para construir consensos, menos regaños y menos evasivas”, declaró el procurador general, Gregorio Eljach, sobre este proceso.
Hoy, viernes 11 de julio, el futuro inmediato de los pasaportes pareciera ser un acto de fe por parte de millones de colombianos, incluido el sector turismo. Saade ha sido contundente al respecto: “Lo más importante es que el país no se va a quedar sin pasaportes. El país no va entrar en una tragedia de pasaportes como han querido mostrarnos. Eso no va a suceder. Es el compromiso del gobierno”, manifestó el jefe de despacho con plena convicción.