Tras el anuncio del gobernador de Alaska de ofrecer a los turistas vacunas contra el covid-19 a partir del 1º de junio y las intenciones de algunos destinos de inmunizar a los visitantes internacionales como una estrategia impulsar los viajes, el llamado turismo de vacunas empieza a sonar nuevamente como una tendencia clave en 2021.
El telón de fondo no es otro que la “grotesca” desigualdad mundial en la distribución de vacunas, en palabras del propio secretario de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, que hace poco menos de un mes denunció el acaparamiento de los biológicos por parte de las naciones más desarrolladas.
En el caso particular de Latinoamérica y el Caribe, y sin que sea necesariamente una sorpresa, es una de las regiones más rezagadas del mundo en materia de vacunación. Hasta principios de marzo se habían recibido 37 millones de dosis para repartir en aproximadamente 630 millones de personas, lo que en la práctica equivale a inmunizar al 2,8% de la población. Una cifra que palidece frente a Estados Unidos, en donde uno de cada cuatro ciudadanos ya ha sido vacunado.
Según cifras del proyecto Our World in Data, de la ONG británica Global Change Data Lab, hasta el pasado 9 de abril el 9,39% de la población argentina estaba parcialmente vacunada, muy cerca de Brasil (9,36%), República Dominicana (9,22%) por debajo de Chile (38,5%) y Uruguay (23,2%), pero por encima del resto de los países de la región que no alcanzan el 5% de su población parcialmente vacunada. Por el lado de la Unión Europea los planes tampoco avanzan al ritmo esperado.
Ante este panorama no resulta extraño que desplazarse a otros países para recibir la ansiada dosis empiece a convertirse en un fenómeno que puede marcar este año, para bien o para mal. Mucho ruido generó, por ejemplo, la vacunación en Emiratos Árabes Unidos (EAU) de algunos miembros de la realeza española, entre tanto algunos funcionarios de esta parte del mundo han sido criticados por viajar a Estados Unidos para recibir la inmunización alegando una larga lista de espera en su país.
La reedición del sueño americano
En realidad, se trata de una posibilidad bastante cercana, especialmente para los mexicanos que, de hecho, ya están viajando a Texas para recibir la dosis. Y es que se estima que el excedente de vacunas en Estados Unidos llega hoy a 300 millones, lo cual abre una puerta para un mercado poderoso en lo que ya ha dado en llamarse turismo de vacunación.
Pero ¿está permitido? Como buena parte de las cosas en el país del norte, depende del Estado. Sin embargo, en términos generales, la visa de turismo de Estados Unidos (B1/B2 Visitante: negocios, turismo, tratamiento médico) lo permitiría desde su misma definición: asistir a reuniones o conferencias profesionales, viajes de placer, incluidas vacaciones o visitas a familiares o tratamientos médicos o una combinación de ambas finalidades.
Se trata, por supuesto, de una interpretación abierta y probablemente pocas de las personas que han logrado vacunarse en EE.UU argumentaron este motivo al momento de su llegada. En Florida, por ejemplo, la práctica llegó a su fin luego de que el gobernador republicano Ron DeSantis, en respuesta a las quejas de los ciudadanos, decretara la exigencia de una prueba de residencia a las personas que requirieran la dosis. Se estima que cerca de 128 mil no residentes lograron vacunarse en Florida.
Hicieron lo propio Estados como Nueva York e Illinois, entre otros, en donde se reglamentó el acceso a las vacunas antes la inminente avalancha de viajeros. Pero otro camino muy diferente se ha seguido en Texas, Arizona y Luisiana, en donde las personas mayores de 16 años son elegibles para la vacuna covid-19 sin ningún otro requisito en específico.
Alaska incluso fue más allá y anunció vacunas gratuitas para todos los viajeros que lleguen a ese Estado a partir del 1º de junio, todo en el marco de un paquete de ayudas para la industria turística: “Anuncio que cualquier turista que venga a Alaska este verano, a nuestros principales aeropuertos, podrá ser vacunado gratis”, dijo el gobernador de Alaska, Mike Dunleavy, a través de su cuenta en Twitter.
Mercado internacional
Si bien la mencionada desigualdad en la vacunación y los rezagos y precauciones por la eficacia y seguridad de los biológicos no permiten ver hoy un mercado global para el turismo de vacunación, algunas economías netamente turísticas ya están visualizando esta posibilidad.
Las Islas Maldivas en el océano Índico, por ejemplo, podrían convertirse en el primer país en ofrecer vacunas gratuitas en el marco de paquetes vacacionales. Así lo anunció la semana pasada el gobierno de este paradisíaco destino, aclarando que esta iniciativa tendrá lugar una vez su población esté completamente inmunizada.
Pero quizás no sea necesario ir tan lejos, ya la vacuna cubana Soberana 02, actualmente en la última fase de ensayos clínicos, sería proporcionada gratuitamente a los visitantes de Cuba, según ha anunció el gobierno de ese país. De acuerdo con las autoridades del Gobierno de Cuba, la iniciativa, que tiene un sentido humanitario, está desprovista de intereses comerciales y busca, entre otras, favorecer el sector turístico del país.