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El ratio de conversión de un motor de reservas no es un indicador que dependa únicamente del trabajo del proveedor tecnológico y quienes se aventuran a facilitar este dato como garantía de su labor deben saber que si el hotelero no hace su parte de los deberes, no alcanzarán el objetivo prometido.
Dicho de otro modo, el ratio de conversión no se puede aislar y hay que entenderlo como un resultado del grado de optimización de cada una de las parcelas implicadas en la comercialización hotelera.
Los hoteleros siempre muestran interés por el ratio de conversión del motor de reservas, ¿pero están prestando atención a este indicador desde la óptica correcta?, ¿son conscientes de que no depende en exclusiva de la parcela de responsabilidades de su aliado tecnológico?
Cuando un proveedor comparte este dato con un hotelero, debe dejar muy claro que su consecución está íntimamente ligada también al compromiso y al buen hacer del hotelero. Porque, en nuestra opinión, la web y el motor de reservas son solo el primer paso para poder vender. Tanto y tan poco como eso.
Una posición que parece estar alineada con la postura actual del hotelero, más interesado que nunca en el marketing digital. Sin embargo, también la propuesta de acciones de marketing debe estar indivisiblemente ligada a una distribución bien definida, una estrategia tarifaria controlada y una presencia cuidada en metabuscadores. Se trata de un enfoque 360º y no todos los jugadores disponen del know-how ni de la infraestructura tecnológica para hacerlo.
Para que se generen conversiones hay que generar tráfico, primando siempre la calidad por encima de la cantidad. Para ello, nos apoyaremos fundamentalmente, aunque no en exclusiva, en el marketing digital: SEO, SEM, social ads, redes sociales, emailings, etc.
Además, contar con herramientas para controlar nuestros precios y los de nuestro compset es determinante, y su aporte en términos de tráfico de calidad, fundamental. Así, un buen posicionamiento en OTA llevará a nuestra web a muchos usuarios interesados en reservar en nuestro establecimiento (efecto billboard).
A su vez, la optimización de nuestras campañas en metabuscadores aportará tráfico de calidad. No se trata tanto de estar, sino de cómo estar; y la correcta elección de metabuscadores influirá mucho en la conversión.
Ya en la página web, el canal por el que ha llegado el usuario, la UX, los CTA, los incentivos, las políticas de cancelación, las formas de pago, los programas de lealtad, el retargeting y cualquier condición ventajosa con respecto a otros canales repercutirán directamente sobre el ratio de conversión.
Invitamos al hotelero a reflexionar: ¿tienen controlada su estrategia de precios y/o paridad? ¿Saben del impacto de esta en el ratio de conversión? ¿Cuenta su proveedor con los recursos humanos y tecnológicos necesarios para optimizar al máximo todas las parcelas a las que hemos aludido?