Un estudio de McKinsey reveló que la Generación Z tiene hábitos de viaje nacionales e internacionales, mientras que generaciones como los baby boomers tienen una mayor preferencia por destinos nacionales.
En un mundo cada vez más globalizado, la Generación Z emerge como la más viajera entre los distintos grupos etarios, de acuerdo con el más reciente estudio de McKinsey sobre el estado del turismo en 2024. El 76% de los jóvenes encuestados, adultos de entre 20 y 30 años, manifiestan un creciente interés en viajar, una cifra significativamente mayor en comparación con las generaciones anteriores. Esta tendencia refleja una profunda fascinación por explorar el mundo, contrastando con el 55% de la generación de los baby boomers, personas nacidas entre 1945-1964, que también valoran los viajes pero en menor medida.
Los sociólogos definen a la Generación Z como aquellos nacidos entre finales de los años 1990 y principios de los 2010. Aunque no son tan nativos digitales como la Generación Alfa, que creció en un entorno aún más saturado de tecnología, los miembros de la Generación Z han sido testigos y participantes de revoluciones tecnológicas que han redefinido la comunicación y el consumo. Esta exposición ha moldeado sus hábitos y expectativas, impulsándolos a buscar experiencias internacionales con una frecuencia notable.
El informe de McKinsey también revela patrones interesantes en los hábitos de viaje entre generaciones. A pesar de que todos los grupos tienden a viajar más dentro de sus propios países que al extranjero, los viajeros de la Generación Z realizan casi en igual medida viajes nacionales e internacionales. En contraste, los baby boomers prefieren explorar destinos más cercanos a su lugar de residencia, viajando con frecuencia dentro de su país y no tanto hacia el extranjero.
Este creciente deseo de aventura y exploración entre la Generación Z está marcando una nueva era en el turismo, desafiando a la industria a adaptarse a sus expectativas y preferencias. Mientras que los baby boomers fueron pioneros en el desarrollo del turismo global en la década de 1970, la Generación Z está estableciendo un nuevo estándar para el viaje moderno, combinando una gran pasión por la exploración con una habilidad innata para navegar un mundo hiperconectado.