En esta edición del especial de Aviatur y Air France y KLM damos un breve repaso al enfoque y retos que tiene Colombia en materia de turismo sostenible.
Aunque Colombia cuenta con una política de turismo sostenible a 2030 (Política de Turismo Sostenible Unidos por la Naturaleza) y un Plan Sectorial de Turismo 2022-2026 que reconoce a la mega diversidad natural y cultural del país como un activo aprovechable por las comunidades bajo un enfoque de sostenibilidad, los desafíos del país son enormes en esta materia.
Para ONU Turismo, “el futuro del turismo será sostenible o no lo será”. Así lo señalaron en una pasada edición del Día Mundial del Turismo, con el ánimo de posicionar a este enfoque como un eje fundamental para desarrollo del sector. Y aunque son muchos los países que retomaron la sostenibilidad en sus planes, hay mucho por hacer y aplicar.
La falta de información para la toma de decisiones, la debilidad en la integración de criterios de sostenibilidad en la planeación y gestión turística y la insuficiencia en incentivos para la estructuración de propuestas de valor agregado son situaciones a considerar.
Además, los indicadores que miden las dinámicas del turismo privilegian el volumen sobre el valor, midiendo el crecimiento en términos de cantidad de visitantes, conectividad aérea, tasa de ocupación hotelera y contribución a la economía, sin considerar aspectos clave como la consolidación de cadenas de suministro locales, la reducción de desigualdades o la preservación de activos naturales, que son la base del funcionamiento del sector.
Un trabajo de múltiples actores
Colombia avanza hacia un modelo de turismo que no solo persigue el crecimiento económico, sino también la protección de su patrimonio cultural y natural, así como el bienestar de las comunidades. Para lograrlo, es esencial contar con lineamientos claros y un trabajo mancomunado entre todos los actores involucrados.
En este sentido, las agencias de viajes y las aerolíneas desempeñan un rol crucial, al fomentar en los viajeros prácticas responsables, así como adoptando medidas para reducir su huella de carbono, promover la conservación de la biodiversidad, luchar contra el tráfico ilegal de especies entre otros. Un ejemplo destacado es Aviatur, que ha desarrollado una guía del viajero sostenible para incentivar en sus clientes prácticas que favorezcan la conservación de los destinos y el bienestar de las comunidades.
Por su parte, Air France – KLM cuenta con un programa robusto para combatir el tráfico de especies y lidera la implementación de un programa corporativo que incentiva el uso de combustible sostenible en la aviación, iniciativa en la que también participa Aviatur. Estas y otras acciones serán abordadas con mayor detalle en próximas ediciones.