Durante la Cumbre Airbus 2025, celebrada esta semana pasada en Touluse (Francia), la compañía presentó sus planes para desarrollar un avión de pasillo único totalmente eléctrico y propulsado por hidrógeno.
El fabricante aeronáutico reafirmó su compromiso de comercializar un avión de hidrógeno viable en el mercado y, en ese sentido, presentó algunos de los pilares tecnológicos clave que permitirán cumplir con ese objetivo: un avión comercial totalmente eléctrico propulsado por pilas de combustible; una vía que se perfila como la más prometedora tras años de investigación en la aviación de hidrógeno.
Al respecto, Bruno Fichefeux, director de Programas Futuros de Airbus, afirmó: “El hidrógeno es fundamental en nuestro compromiso con la descarbonización de la aviación. Si bien hemos ajustado nuestra hoja de ruta, nuestra dedicación a los vuelos impulsados por hidrógeno es inquebrantable”.
Y agregó: “Al igual que vimos en el sector de la automoción, las aeronaves totalmente eléctricas impulsadas por pilas de combustible de hidrógeno tienen el potencial, a largo plazo, de revolucionar el transporte aéreo para bien, complementando la estrategia de combustibles sostenibles de aviación”.
Airbus tiene planes para desarrollar un avión de pasillo único eléctrico y propulsado por hidrógeno que podría entrar en servicio en la segunda mitad de la década de 2030.
¿Cómo funcionaría el futuro avión de hidrógeno?
Estas tecnologías se presentaron, en particular, como parte de un nuevo concepto teórico de un avión de hidrógeno movido por cuatro motores de propulsión eléctrica de 2 megavatios, cada uno impulsado por un sistema de pila de combustible que convierte el hidrógeno y el oxígeno en energía eléctrica. Los cuatro sistemas de pila de combustible se alimentarían a través de dos tanques de hidrógeno líquido.
Airbus señaló que este concepto se seguirá perfeccionando en los próximos años. La realización de nuevas pruebas contribuirá a la maduración de las tecnologías asociadas con el almacenamiento y la distribución de hidrógeno, así como con los sistemas de propulsión, aclaró el fabricante.
“Confiamos en que este concepto pueda proporcionar la densidad de potencia necesaria para un avión comercial propulsado por hidrógeno y que evolucione a medida que la tecnología madure. En los próximos años, nos centraremos en el desarrollo de los sistemas de almacenamiento, distribución y propulsión, a la vez que promoveremos el marco regulatorio necesario para garantizar que estos aviones puedan despegar”, afirmó Glenn Llewellyn, director del Proyecto ZEROe de Airbus.
Proyecto ZEROe, valga recordar, es una iniciativa de Airbus lanzada en 2020 para explorar la viabilidad de dos tecnologías principales de propulsión de hidrógeno: la combustión de hidrógeno y las pilas de combustible de hidrógeno. A pesar de que su hoja de ruta fue actualizada retrasando un poco los planes iniciales, los avances son claros y la voluntad, según expresó el director de Programas Futuros, “inquebrantable”.
Ya en 2023, la compañía demostró con éxito un sistema de propulsión de hidrógeno de 1,2 MW y, en 2024, completó las pruebas integrales de un conjunto integrado de pilas de combustible, motores eléctricos, cajas de engranajes, inversores e intercambiadores de calor.
Para abordar los desafíos de la manipulación y distribución del hidrógeno líquido en vuelo, Airbus, en colaboración con Air Liquide Advanced Technologies, desarrolló la placa de pruebas de hidrógeno líquido (LH2BB) en Grenoble (Francia).
Las pruebas en tierra integradas están previstas para 2027 en el Centro de Pruebas de Sistemas de Aeronaves Eléctricas de Múnich, combinando el banco de propulsión y el sistema de distribución de hidrógeno para una validación completa del sistema.
“Más allá de las tecnologías aeronáuticas, Airbus seguirá impulsando el desarrollo de una economía de la aviación basada en el hidrógeno y el marco regulatorio asociado, que también son factores clave para el desarrollo de vuelos propulsados por hidrógeno a gran escala”, concluyeron desde la compañía.
