En diálogo con Report Colombia, el recién posesionado viceministro de Turismo, Arturo Bravo, se refirió a las prioridades de su cartera este año, a la construcción del Plan Sectorial de Turismo, a la meta de los 12 millones de turistas, al diálogo reciente con los gremios del sector y a la recuperación de liderazgo del MinComercio en la formulación de la política turística.
¿Cómo recibió su nombramiento?
A.B: Muy complacido. Ha sido una noticia de buen recibo en el sector; particularmente yo estoy muy contento porque es un objetivo por el cual he trabajado durante 25 años. Yo soy profesional en turismo y he tenido experiencia en el sector público durante varios años, entonces me parece un logro importante para el área personal y creo también que el sector está contento.
¿Qué retos tiene en esta posición?
A.B: Tenemos la principal tarea de apoyar el trabajo del presidente en su plan de gobierno de consolidar a Colombia como una potencia turística para la vida. Y eso implica hacer de Colombia un destino mucho más sostenible, responsable e inclusivo. Y eso también implica un trabajo importante de articulación con los empresarios y las regiones para generar todos estos cambios que se proponen desde el plan de gobierno.
¿Cuáles son las líneas de acción este año?
A.B: Tenemos el gran reto de los 100 primeros días, que es precisamente la formulación de la política turística en el Plan Sectorial de Turismo (PST) para los próximos cuatro años. En este punto tenemos que, primero, poner la casa en orden y establecer cuáles son las líneas de política que van a ser parte del Plan Nacional de Desarrollo, del que hace parte el PST. Otro reto para los 100 días es la construcción del sello de paz o de la marca de paz; estamos precisamente en esa definición. Pero con esta iniciativa no solo vamos a empezar a vincular a los destinos de turismo comunitario y de turismo y paz con un distintivo de diferenciación, sino también a las empresas que apoyan toda la actividad de paz y reconciliación. Es un tema de cultura de paz importante. Esas son las dos actividades grandes que tenemos para estos 100 primeros días.
¿Cómo va a ser la dinámica de construcción de Plan Sectorial de Turismo?
A.B: En paralelo a los 48 diálogos regionales para la construcción del Plan Nacional de Desarrollo –ya el primero tuvo lugar en Turbaco– el plan sectorial tiene su propia dinámica. Vamos a empezar a trabajar con las regiones, de hecho ya hemos hecho es una serie de actividades y el viernes, precisamente, nos reunimos con todos los gremios del sector para empezar a identificar cuáles son esas prioridades de política para estos cuatro años. Así mismo, tenemos que empezar a trabajar con los distintos destinos turísticos, con las universidades, con las comunidades y empezar a identificar las apuestas de trabajo.
¿Pero van a hacer mesas de diálogo por todo el país?
A.B: Por temas de austeridad, vamos a generar unos espacios de trabajo virtuales y algunos presenciales. Las regiones van a participar en la consulta pública que se haga del plan a través de nuestras redes sociales y de la página web del Ministerio.
¿El plazo es hasta noviembre?
A.B: El plazo es hasta noviembre para los diálogos regionales. Para la formulación del Plan Nacional de Desarrollo tenemos más o menos hasta diciembre máximo.
¿Qué le plantearon los gremios?
A.B: El primer aspecto fue el tema de la informalidad, en el que hay que ejercer mecanismos de control, inspección y vigilancia para garantizar la imagen de los destinos, porque los problemas de informalidad están generando impactos en los destinos. Otra línea de trabajo que se planteó fue la articulación entre las entidades del Gobierno para facilitar la gestión del turismo; es decir, una serie de trámites y de competencias cruzadas con el Ministerio de Ambiente, con el Ministerio de Transporte, particularmente en temas de transporte aéreo y de conectividad terrestre. Y por supuesto, la necesidad de establecer una serie de indicadores clave de medición del sector para poder tomar mejores decisiones frente a la política que se está estableciendo. Hay que evaluar las actividades que estamos haciendo y poder contribuir claramente a los objetivos de divisas, de recuperación de llegada de viajeros y, sobre todo, a la contribución económica al Producto Interno Bruto (PIB).
¿Esos fueron los puntos planteados por los gremios?
A.B: Cada gremio tenía sus inquietudes, claramente la tarea de los gremios es propiciar sus intereses. Pero llegamos a esos aspectos que le comenté. Esos tres aspectos fueron como la conclusión de la reunión en la que todos coincidieron.
¿Cómo se puede desde el Viceministerio enfrentar la informalidad si es casi que un asunto de los gobiernos locales?
A.B: Nosotros acompañamos a los gobiernos locales. Particularmente, en el caso de Cartagena lo hemos estado haciendo con la Superintendencia de Industria y Comercio que recientemente actualizó su circular de manejo de precios y propinas para que haya claridad y con la Policía Nacional con acciones de sensibilización, control, inspección de vigilancia. No podemos llegar solamente a hacer cierres, tenemos que empezar a trabajar primero en actividades de sensibilización, de respeto a los derechos humanos de estas economías populares, pero eso tiene que articularse de manera efectiva a la cadena de valor del turismo. El reto también ahí es cómo los empresarios formales nos ayudan a mejorar la informalidad vinculándolos a la cadena de valor del turismo.
Sobre el PST, usted ya venía trabajando en las bases en el Gobierno anterior ¿Qué se mantiene y qué cambia?
A.B: Estamos enfocados en el trabajo hacia un turismo mucho más inclusivo. En eso, la promoción del trabajo del turismo social, particularmente; del turismo comunitario. También, otra línea exclusiva para el turismo sostenible, para un turismo mucho más verde, un turismo que contribuya a la transición económica y que ayude a mejorar y elevar la productividad y desarrollo de las regiones. Particularmente frente a la coyuntura del sector, tenemos que volver a recuperar la senda del crecimiento, que es lo que se llama un turismo más resiliente. Venimos de la crisis más dura que ha tenido el turismo a nivel mundial, entonces tenemos que consolidar la reactivación del sector y volver a recuperar las cifras de llegada de viajeros y de divisas, que son los retos importantes para la contribución económica del sector al país.
¿Se va a incluir allí la meta de 12 millones de turistas?
A.B: Bueno, estamos en esa revisión, pues actualmente tenemos el reto de volver primero a los cuatro millones. A corto plazo tenemos que consolidar la recuperación. Sí vamos a plantearnos una meta ambiciosa, obviamente hay que revisar si son 12 millones de turistas. Tenemos que analizar la capacidad hotelera, las sillas aéreas, los mercados de donde los vamos a traer, porque traerlos implica, además, recursos para la promoción y estamos en un gobierno de austeridad. Entonces tenemos que ver cómo manejamos todo eso.
El tema del turismo ligado a la paz no es precisamente nuevo ¿Qué se puede recuperar de experiencias anteriores?
A.B: Tenemos que volver a avanzar sobre lo construido pero el nuevo enfoque es que vamos a trabajar con los municipios PDET, que la mayoría tienen vocación turística; a trabajar en el desarrollo de encadenamientos de valor con emprendimientos y empresas que están ya en esas zonas; también con los municipios que tienen condiciones de pobreza y están afectados por el conflicto armado. Hay que hacer toda esa evaluación y generar una estrategia para vincular al turismo a la construcción de la paz porque, además, sabemos que la paz es un objetivo de mediano plazo que esperamos en este Gobierno y tenemos que irnos preparando para esa construcción.
El ministro Umaña dijo la semana pasada en el Congreso que el Ministerio recuperaba la política ¿Qué significa esto?
A.B: Recuperar la política es que el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo recupera el liderazgo en el ejercicio de la política turística y eso significa, particularmente frente a los patrimonios autónomos como Fontur y ProColombia, que el Ministerio es quien lidera la política turística en materia de promoción, competitividad e infraestructura y se coordina con las diferentes instancias del Gobierno Nacional para el ejercicio de la garantía de esa política.
¿No sucedía así anteriormente?
A.B: Había otros aspectos en el Gobierno anterior, pero como dice nuestro ministro, no hay que mirar el retrovisor sino, al contrario, ver hacia el futuro. Y uno de los primeros aspectos es empezar a ordenar la casa y a recuperar ese liderazgo que el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, desde el Viceministerio de Turismo, debe tener para el sector.