A través de la Resolución 1538 de 2020 del Ministerio de Salud, se dan a conocer las medidas de bioseguridad para el manejo y control del riesgo del COVID-19 en las actividades que se realice en las playas del país, que incluye el alquiler de casetas, taquillas y hamacas, entre otros.
Esta nueva normatividad aplica para los alcaldes distritales y municipales con jurisdicción sobre playas turísticas, concesionarios, proveedores de servicios, usuarios y comunidad local. La labor será coordinada desde los Comités Locales para la Organización de Playas. En este nuevo documento se manifiesta que las playas que no cuenten con la infraestructura necesaria para aplicar el protocolo no podrán habilitar el servicio al público.
En el caso de las autoridades locales de territorios que cuenten con playas sus concesionarios deberán tener un plan de apertura que cuenta con cinco fases.La primera de ellas se refiere a la determinación, donde se define si la playa tiene la infraestructura necesaria para aplicar el protocolo. La segunda hace énfasis en la preparación de los actores de la playa, donde se planea el esquema operativo y se designa al personal necesario para asegurar que se cumplan las medidas.
La tercera tiene que ver con el estudio de capacidad de carga de la playa, donde se debe revisar la zonificación propuesta por la Dirección General Marítima (DIMAR). Además, se determinará cuántas personas máximo pueden estar en una playa, número que será calculado teniendo en cuenta que podrá haber una persona por cada 10 metros cuadrados. La cuarta hace alusión a la revisión y recomendaciones para la operación de playas.
En este punto se revisa el cumplimiento de las medidas para operar. La quinta señala cómo debe ser el inicio y funcionamiento de las actividades en esas áreas donde se establece que solo las playas que cuenten con el concepto positivo del Comité Local para la Organización de Playas podrán iniciar actividades.
Las autoridades locales y/o concesionarios de playas deberán:
- Delimitar el perímetro de la playa demarcando claramente sus linderos, un área de ingreso y otra de salida.
- Disponer de áreas de desinfección de manos y señalización alusiva a este tema.
- No permitir el ingreso de personas con síntomas de gripa o temperatura corporal mayor a 38ºC.
- Disponer de sitios fuera de la arena para la desinfección del mobiliario.
- Establecer mecanismos de control de ingreso y número de personas que pueden permanecer en la playa, para lo cual se contará con el apoyo de la Policía.
- Determinar un área para la venta de alimentos donde haya distanciamiento de, al menos, 2 metros entre las personas que allí trabajen.
- Asegurar que las carpas, sillas, camas, entre otros, que estén en la playa guarden una distancia de 2 metros entre los distintos núcleos familiares.
- Delimitar las zonas de parqueo.
- Establecer un protocolo de desinfección del mobiliario de playa por parte del turista y al final del día.
- Adecuada manipulación de residuos.
- Suministrar kits de protección a los trabajadores de playa.
- Prohibir las aglomeraciones.
- Prohibir el alquiler de equipos de careteo o snorkeling.
- Limitar el tránsito de las personas a lo largo de la playa.
- Prohibir el consumo de bebidas alcohólicas.
- Contar con un plan de comunicaciones donde se divulguen ampliamente las medidas.
Igualmente se sugiere que la actividad en las playas sea entre las 6:00 de la mañana y las 5:00 de la tarde y que los horarios de apertura y cierre sean escalonados con los turnos establecidos, para trabajadores y usuarios.
En cuanto a los salvavidas, se debe evitar el contacto boca a boca al realizar las maniobras de rescate y cumplir con todos los protocolos de bioseguridad y distanciamiento.
Adicionalmente los usuarios deberán utilizar el tapabocas cubriendo la nariz durante toda la permanencia en la playa y al ingresar al agua se deberá guardar el tapabocas en una bolsa, para ser usado nuevamente cuando se sale del agua; cada usuario se debe hacer responsable de sus residuos y depositarlos en los recipientes de recolección ubicados en las entradas de las playas, mantener el distanciamiento físico de mínimos 2 metros con personas diferentes a su núcleo familia, permitir que se realicen a cabalidad los protocolos de bioseguridad, como lo es la toma de temperatura; y contar con un kit que contenga alcohol.