Desde la reapertura del Riu Plaza Berlin el pasado 25 de mayo, hasta el 31 de agosto, la cadena hotelera ha impartido 22.138 horas de formación en la prevención de la infección por covid-19 a su personal, mediante un sistema de formación online.
El programa incluye webinars complementados con formación presencial sobre aplicación práctica y gestión de crisis, así como una auditoría de implementación en todos los hoteles. El objetivo de esta capacitación, y de hecho del propio departamento, es dotar a la empresa de las mejores herramientas posibles y asegurar su eficiencia dentro de una estrategia global centrada en la seguridad del personal y de los clientes.
Durante los meses en los que las operaciones estuvieron en suspenso, la compañía lanzó un portal de capacitación en línea en un tiempo récord, lo que le permitió iniciar un programa de capacitación para crear un entorno lo más seguro posible para los clientes y el personal. Fruto de esta primera fase de aprendizaje online, la plantilla de la firma ha implementado los 17 protocolos de seguridad del Manual de RIU en todos los departamentos del hotel: recepción, limpieza, comedor, bar, cocina y servicios técnicos, entre otros.
Para asegurar la correcta implementación de estas medidas, en cada hotel abierto alrededor del mundo de la compañía, se ha creado una estructura organizada de roles, encabezada por un miembro del equipo de administración del hotel que tiene la responsabilidad general del cumplimiento de los protocolos. Junto al director del programa, otra figura clave en esta formación presencial es el formador interno que se encarga de adaptar las medidas a la operativa del hotel y orientar al personal. Como explica Pere Torrens, responsable del Departamento de Formación de Riu Hoteles, “la formación es responsabilidad de toda persona que tiene un equipo a su cargo. Son responsables de que los equipos sepan cómo hacer su trabajo. Para nosotros, el entrenamiento del personal es una de las principales herramientas para cambiar la empresa y las personas, y un claro ejemplo de ello es la aplicación de los protocolos anti-covid”.