Un inusitado aumento de los casos de covid-19 en Alemania y Francia llevaron a los gobiernos de las dos economías más grandes de la UE a imponer nuevos bloqueos y cierres durante las próximas semanas. La situación no es menos apremiante en otros países del Viejo Continente.
Según la OMS, la región europea (se incluye a Rusia, Turquía, Israel y Asia Central) representó casi la mitad de los 2,8 millones de nuevos casos de coronavirus reportados la semana pasada en el mundo y se espera que el número siga en aumento en las próximas semanas.
Por su parte, la agencia de salud de la ONU reveló que las muertes y hospitalizaciones relacionadas con el virus en Europa han aumentado un 35% desde la semana anterior. “Estamos inmersos en la segunda ola. Creo que la Navidad de este año será una Navidad diferente”, manifestó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El caso francés
Ante este panorama el presidente de Francia, Emmanuel Macron, anunció un nuevo cierre total nacional, desde el 30 de octubre hasta el 1º de diciembre. “Tenemos entre 40 mil y 50 mil contaminaciones diarias. Francia ha sido dominada por la segunda ola. Nada es más importante que la vida humana”, dijo Macron en la televisión nacional.
El martes 27 de octubre los hospitales franceses informaron 288 nuevas muertes relacionadas con el virus y 235 muertes en hogares de ancianos durante los cuatro días anteriores. Ambas cifras marcaron el mayor aumento de este tipo desde mayo.
Actualmente más de la mitad de las unidades de cuidados intensivos del país están ocupadas por pacientes Covid-19, mientras que aviones militares y comerciales transportan a cientos de casos críticos hacia otras regiones con disponibilidad hospitalaria. Hasta ahora las escuelas permanecerán abiertas.
Mientras tanto en Alemania…
El martes 27 de octubre la agencia de control de enfermedades de Alemania registró un récord de 14.964 nuevos casos confirmados en todo el país ese día, lo que elevó el total nacional de la pandemia a 449.275.
Tras estos datos la canciller Angela Merkel y los 16 gobernadores estatales del país, responsables de imponer y aliviar las restricciones, acordaron un cierre parcial previsto para iniciar el lunes 2 de noviembre y extenderse hasta finales de ese mes. “Debemos actuar, y ahora, para evitar una emergencia sanitaria nacional aguda”, declaró Merkel.
Así, durante cuatro semanas se cerrarán restaurantes, bares, cines, teatros y otras instalaciones de ocio. Las tiendas y las escuelas permanecerán abiertas, a diferencia del primer cierre durante la primera fase de la pandemia.
“Podemos decir que nuestro sistema de salud puede hacer frente hoy al desafío. Pero si el ritmo de las infecciones continúa así, alcanzaremos los límites de lo que el sistema de salud puede manejar en unas semanas”, afirmó Merkel.
Además, la canciller hizo un llamado a los alemanes para que no hagan viajes innecesarios y dijo que los hoteles no podrán alojar a visitantes que tengan por motivo de visita el turismo.
Malestar en toda Europa
Bélgica, Países Bajos, España, Gran Bretaña y República Checa también han experimentado un aumento en los casos nuevos durante los últimos 14 días.
Sin embargo, tan angustioso como la misma pandemia son las restricciones impuestas a la movilidad y el comercio, que en esta segunda ola están traduciéndose en protestas, todo en medio de las muertes y los crecientes contagios.
Varios mandatarios locales europeos se han pronunciado contra nuevos cierres y algunos economistas han dicho que las nuevas restricciones adicionales “deben calibrarse cuidadosamente” para evitar asestar un golpe severo a las empresas.
No en vano propietarios de hoteles en Alemania realizaron una protesta en la Puerta de Brandeburgo de Berlín para exigir más apoyo financiero del gobierno; lo que contrastó con violentas manifestaciones de activistas “anti mascaras” enfrentados con la policía en Berlín, Praga y varias ciudades italianas.