Vientos de cambio soplan por la Casa Blanca tras la reelección de Donald Trump como el próximo presidente de Estados Unidos.
En 2025, Donald Trump regresará a la Casa Blanca, trayendo consigo una visión del país y de la política particularmente distinta a la de la administración actual. En materia de turismo, este cambio podría significar cambios en la forma de abordar la política internacional, de libre competencia y, por supuesto, de emisión de visas.
De cara a 2026, cuando se espera que el país reciba cerca de 90 millones de visitantes debido a eventos deportivos de gran envergadura, como el Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos, algunos miembros del sector turístico se preguntan si un cambio hacia políticas más restrictivas podría limitar el crecimiento del turismo en Estados Unidos.
¿Y qué podría significar para el turismo? Presentamos algunas perspectivas en diferentes áreas:
Política internacional
Para los viajeros internacionales, el posible retorno de restricciones de viaje bajo una nueva administración Trump genera incertidumbre. En su primer mandato, Trump limitó el ingreso a EE.UU. de ciudadanos de varios países de mayoría musulmana (Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen) y redujo la entrada de refugiados, restricciones que podrían ampliarse para incluir a refugiados de Gaza. También designó a Cuba como un Estado Patrocinador del Terrorismo (SST), lo cual limita la elegibilidad para la visa ESTA para quienes hayan viajado a dichos países. Las tensiones comerciales con China y los cambios propuestos podrían afectar la recuperación de los vuelos entre EE.UU. y China, que aún no alcanzan los niveles previos a la pandemia.
Visas y visitantes internacionales
Una de las promesas del presidente electo es ejercer un mayor control fronterizo, incluyendo el escrutinio en las llegadas a los aeropuertos. Esto podría implicar una congelación de la financiación de las oficinas de turismo y más retrasos en la tramitación de visados.
Según recuerda Skift, durante su primera administración, Trump congeló la contratación de personal para la tramitación de visados en el Departamento de Estado, lo que provocó notables retrasos y denegaciones en la expedición de visados, especialmente en países señalados por sus problemas de seguridad. Durante la administración de Biden se han hecho esfuerzos por reducir la espera de visados y agilizar los procesos de viaje, incluida la cobertura de puestos consulares y el uso de exenciones de entrevistas para resolver los retrasos. Justamente el mes pasado, el Departamento de Estado aseguró que esperan añadir cerca de un millón de citas para visas más para 2025, decisión que podría ser reversada de cara a políticas más restrictivas.
Aeropuertos y aerolíneas
A finales de octubre, la administración de Biden destinó $970 millones para mejorar 125 aeropuertos en 46 estados, como parte de un esfuerzo por modernizar las infraestructuras para los pasajeros. Las principales inversiones se centran en aeropuertos como Tampa, Denver, Austin, Salt Lake City y Logan International en Boston. La inversión en infraestructura es un punto en común que comparten Biden y Trump, puesto que ambos han señalado la necesidad de modernizar los aeropuertos estadounidenses. Sin embargo, bajo una nueva administración Trump, podría reducir el gasto a gran escala, lo que implicaría retrasos en proyectos más ambiciosos para aliviar la congestión y modernizar los centros de viajes.
Trump también ha propuesto reducir algunos controles y regulaciones de competencia y accesibilidad en aviación para agilizar la industria. Es probable que su Administración adopte un enfoque más limitado en la aplicación de normas y se enfoque en regulaciones explícitas, evitando sanciones basadas en guías o políticas no codificadas. También podría favorecer un repunte en fusiones y adquisiciones, mientras que es posible que disminuyan las investigaciones sobre competencia y prácticas anticompetitivas, lo que brindaría mayor flexibilidad a las aerolíneas.
Trenes
Es probable que Trump revierta varias políticas ferroviarias de la administración Biden, reduzca los fondos para proyectos de trenes de alta velocidad y elimine regulaciones de seguridad, como las relacionadas con el transporte de gases peligrosos y requisitos de personal. En 2019, Trump canceló casi $1,000 millones destinados al proyecto de tren de alta velocidad de California, fondos que Biden restauró parcialmente en 2021, junto con un compromiso de $8,200 millones para Amtrak.
Cambio climático
La agenda climática, podría revertirse bajo la administración Trump, quien en su primer mandato retiró a EE. UU. del Acuerdo de París y promovió la desregulación ambiental. Para la industria de viajes, que ha invertido en sostenibilidad, una posible eliminación de incentivos, como los destinados a combustibles de aviación sostenibles, podría frenar el avance hacia soluciones de viaje más ecológicas. Aunque la reducción de costos de cumplimiento beneficiaría a algunas empresas, preocupa que el impulso hacia prácticas sostenibles pierda fuerza.