La División Antimonopolio del Departamento de Justicia de Estados Unidos presentó una demanda para impedir la adquisición de Carlson Wagonlit Travel (CWT) por parte de su competidor American Express GBT.
A una de las mayores transacciones de la industria de viajes y turismo en el mundo le acaba de surgir un obstáculo y no es menor. Se trata de la adquisición de la agencia de viajes corporativa Carlson Wagonlit Travel por parte de su más enconado competidor American Express GBT, por un monto de 570 millones de dólares; un negocio que ahora es objetado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ, por sus siglas en inglés).
La demanda, presentada el 10 de enero en un tribunal de Nueva York, alega que la transacción propuesta perjudicaría la competencia en el sector de los servicios de gestión de viajes de negocios; una torta de 100 millones de dólares al año que se reparten, principalmente, tres grandes competidores: Amex GBT, CWT y BCD Travel.
Al respecto, la fiscal general Adjunta Interina de la División Antimonopolio del Departamento de Justicia, Doha Mekki, señaló que la mencionada compra es la más reciente una serie de adquisiciones realizadas por Amex GBT desde 2018. Estas compras, argumenta la fiscal, concentrarán aún más un mercado ya de por sí concentrado, con muy pocas alternativas competitivas capaces de atender las ingentes demandas de los clientes corporativos.
“Las empresas estadounidenses enfrentarán las consecuencias: verán precios más altos, menos innovación y menos opciones”, argumentó la fiscal Mekki. Y no es una preocupación menor para la fiscal, quien inició su argumentación señalando que las empresas estadounidenses dependen en gran medida de estas empresas de gestión de viajes. Son ellas las que se encargan de controlar los costos de los desplazamientos, facilitar la reserva de viajes y la gestión de gastos y mantener a sus empleados conectados, amén de garantizar su seguridad durante los viajes.
Entre los argumentos que detalla de la demanda toma fuerza uno en particular: el conocimiento que tenían los ejecutivos de ambas compañías de la significativa reducción de la competencia que implicaría la fusión de la dos Travel Management Company (TMC). El comunicado del Departamento de Justicia afirma, incluso, que el elevado precio acordado fue el resultado, precisamente, de esta conciencia plena de “eliminar un competidor”.
Tras conocerse la objeción de la justicia estadounidense, desde Amex GBT afirmaron que el DOJ está adoptando una “visión estrecha de la competencia”, además de desconocer la transformación dramática que ha experimentado la industria de viajes desde la pandemia. “Creemos firmemente que la transacción propuesta traerá beneficios significativos a todos los clientes, proveedores y empleados de viajes de negocios”, añadió la agencia de viajes corporativa en un comunicado.
La demanda se presenta pocos días antes de la posesión de Donald Trump como presidente de Estados Unidos. Aunque no hay certeza sobre cuál puede ser la visión de la nueva administración sobre esta transacción, un informe de Bloomberg Law recordó que en este gobierno el Departamento de Justicia no solo ha liderado nueve grandes casos antimonopolio, sino que ha sentado una base legal para ejercer leyes de competencia de vieja data y tratar de mantener a raya la concentración corporativa a gran escala.