El pasado 9 de diciembre, la Autoridad de Turismo de Aruba (ATA) convocó a sus principales mayoristas, aerolíneas y hoteles aliados en Colombia para celebrar el cierre de un gran 2025.
Mientras en Aruba se enciende la Navidad con luces, música y tradiciones que reflejan su riqueza cultural, en Colombia la Autoridad de Turismo de Aruba (ATA) cerró el año en compañía de sus principales aliados en el país: 60 representantes de mayoristas, aerolíneas y cadenas hoteleras.
Con el restaurante ILatina como sede, el reencuentro estuvo liderado por Jordan Schlipken Croes, director para Latinoamérica de la ATA; Claudia Delgado, representante de Ventas para Colombia y Ecuador; y María Camila Arevalo, especialista Sénior en Relaciones Públicas y Comunicaciones. El objetivo del evento fue claro: agradecer el apoyo del mercado colombiano a lo largo del 2025 con un momento de networking, encuentro y diversión.
“2025 no fue un año sencillo por diferentes factores políticos y sociales, pero los resultados nos hacen sentir satisfechos. Nuestra apuesta por traer un turismo de calidad a la isla está dando frutos y vemos un crecimiento en el número de noches y el gasto del pasajero colombiano. Sin el apoyo de las agencias de viajes no hubiera sido posible”, destacó Schilpken.





Según reveló el directivo, este año el número de viajeros fue ligeramente inferior al registrado en 2024 —un año récord en viajeros colombianos hacia Aruba—, pero en cambio, han registrado un incremento del 5 % en el gasto turístico en la isla y se ha ampliado las reservas de tres a cinco noches en promedio. Ya en diversos escenarios, Jordan Schlipken lo había manifestado: “No estamos buscando crecer en cantidad de turismo, sino en el impacto económico que el turista tiene en la isla”. Por lo tanto, los resultados obtenidos este 2025 han sido calificados como satisfactorios por el ente turístico.
“Les agradecemos a todos los presentes porque si no hubiera sido por el empeño que todos han puesto en capacitaciones, en los workshops y los eventos y actividades que hacemos en conjunto, no hubiera sido posible obtener estos resultados. Ha sido un año muy bueno y esperamos que el próximo año sea todavía mejor”, manifestó Claudia Delgado ante los participantes del encuentro.

De cara al próximo año, la ATA seguirá trabajando con ambiciosas metas: un crecimiento del 9 % en el mercado latinoamericano frente a 2025; seguir apostando por viajeros de alto valor y bajo impacto y continuar fortaleciendo las relaciones con el trade regional con su propuesta de valor diferenciada en el Caribe.
“Aruba es un destino seguro de vender. Y cuando hablo de ‘seguro’ no me refiero a la seguridad en términos de policía, sino a que es una venta prácticamente asegurada: el cliente que viaja a Aruba regresa satisfecho. Satisfecho por el clima, por el servicio y por la calidad de la experiencia. Considero que es un producto garantizado y que no hay que tenerle miedo al precio, pues este se traduce en una mejor calidad de servicio. A esto se suma nuestra cultura, la gastronomía y los múltiples eventos que se realizan durante el año. Seguimos ofreciendo diversión, actividades en la isla, y el próximo año mantendremos una propuesta muy similar”, concluyó Schlipken Croes.





La Navidad se enciende en Aruba
Durante el mes de diciembre, las más de 100 nacionalidades que conviven en Aruba se unen en celebraciones únicas, donde las costumbres caribeñas se fusionan con tradiciones latinoamericanas, europeas y norteamericanas, creando una Navidad diversa, cálida y profundamente especial.
Los huéspedes de América Latina encuentran en Aruba un hogar: decoraciones festivas, sabores que despiertan la nostalgia, cenas especiales, música y un espíritu familiar. Y cuando llega el momento de despedir el año, Aruba lo hace a lo grande. En los días previos al 31 de diciembre, la isla se prepara fuegos artificiales. Al caer la medianoche, el cielo se transforma en un espectáculo majestuoso de luz y color que ilumina playas, vecindarios y hoteles
Además, hoteles, restaurantes y resorts diseñan experiencias exclusivas para la temporada: cenas de gala, fiestas frente al mar, shows en vivo y propuestas para todos los estilos de huéspedes. A esto se suma el compromiso de la isla con el turismo responsable: muchas de las actividades navideñas se desarrollan bajo prácticas sostenibles, reafirmando que celebrar también puede ser una forma de cuidar el planeta.




