Aún en tiempos de incertidumbre turística, Accor está impulsando con fuerza el modelo de conversión hotelera, que permite a propiedades independientes o con marcas de redes pequeñas, aumentar su competitividad y rentabilidad asociándose con una marca global como Accor.
La estrategia de negocios se ha vuelto un pilar importante de Accor en el contexto generado por la pandemia, en el que muchos hoteles locales han sido afectados por la situación sanitaria. Para superar la crisis, la conversión a las marcas de este grupo abre a las propiedades la posibilidad de ingresar y obtener beneficios de una red de distribución mundial que ayude a profesionalizar los servicios, acceder a recursos tecnológicos que potencien la distribución, las ventas y los ingresos en la etapa de recuperación, sumarse a programas de fidelidad, adquirir protocolos de seguridad e higiene que garanticen una atención protegida a huéspedes y colaboradores y, finalmente, apalancarse tanto al reconocimiento de nombres reconocidos, como a negociaciones de volumen.
En este sentido, la operadora líder en hospitalidad ofrece gran solidez con su red global de 2.450 franquicias, 2.550 hoteles gestionados y más de 40 marcas en todos los segmentos, en 110 países. En Sudamérica, este robusto engranaje se expresa en 393 propiedades operativas y otras 123 en pipeline, además de la presencia de 15 marcas, entre las que destacan, Sofitel, Pullman, MGallery, Novotel, Mercure, ibis, ibis budget e ibis styles.
Como valores agregados, aparecen la avanzada digitalización de diversos procesos operativos, un atractivo programa de fidelización (ALL- Accor Live Limitless) y procedimientos sanitarios validados durante el 2020 por el sello de garantía ALLSafe, desarrollado en conjunto por Bureau Veritas.
En Sudamérica la conversión juega un rol importante dentro de los países hispánicos, donde Accor figura como el segundo jugador más relevante de las cadenas globales. En esta región, los hoteles independientes representan el 84% de la oferta actual en los mercados de Argentina, Chile, Colombia y Perú -según información de la empresa STR-, aunque la proporción se mantiene en el resto de los mercados.
De esta manera, el foco de la compañía está en los mercados principales de cada país donde se concentra la oferta existente, pero también en las ciudades secundarias y terciarias.
“En este nuevo camino estamos también renovando nuestras relaciones con socios locales, consultores y desarrolladores, que son quienes entienden de mejor manera el funcionamiento de cada mercado. Por ello, estamos creando alianzas y explorando distintos tipos de relacionamiento para llegar a las oportunidades, principalmente en el formato de franquicia, pero también en la gestión de propiedades en el caso que sea una buena alternativa para todas las partes”, indica Luis Mirabelli, vicepresidente de desarrollo de países hispánicos de Accor.
Como parte de esta estrategia, la cadena busca flexibilizar algunas de sus marcas actuales para brindar opciones versátiles de conversión. “Por un lado, funciona como un vehículo para conectar hoteles independientes a nuestros canales y, por otro, como un camino para entrar a futuro y de forma gradual a nuestras principales marcas, sin que esto signifique una gran inversión inicial”, indica el ejecutivo.
Desde la cadena hotelera aseguran que la posibilidad de asociarse a un coloso de la calidad y los recursos de Accor permitirá en los próximos años recuperar de manera más eficiente el mercado. Por ello, “estamos haciendo un esfuerzo muy grande por rediseñar y adaptar nuestras marcas, crear nuevos canales de conexión y también sumando nuevos servicios que puedan complementar los propios de la hotelería, como la posibilidad de utilizar de manera temporal las habitaciones como oficinas o entrar al creciente negocio de estadías extendidas”, concluye Mirabelli.