Cuando las líneas de cruceros comiencen a navegar nuevamente en Estados Unidos, los pasajeros deberán usar tapabocas durante la mayor parte del tiempo a bordo. La reciente orden del CDC se aplica a todas las formas de transporte público, incluidos “aviones, trenes, vehículos de carretera, embarcaciones u otros medios de transporte”.
Con excepciones para niños menores de dos años y pasajeros con discapacidades que les impiden usar la mascarilla, la orden entró en vigencia el 1º de febrero y es una de las principales medidas de la administración Biden para contener la propagación del Covid-19.
Aunque la medida no es ajena a las prácticas de bioseguridad ya implementadas en la industria de cruceros, con este mandato los huéspedes que se nieguen a usar máscaras violarán la ley federal, lo que los haría sujetos de penalidades.
Así las cosas, el interrogante entonces es si los turistas querrán navegar usando el tapabocas y no optarán por resorts All Inclusive, en donde en lugar de multas o sanciones solo hay recomendaciones, además de áreas en donde no se exige el requisito.
Igualmente, la política de bioseguridad de las navieras parece avanzar hacia la exigencia de certificaciones de vacunación, como ya ocurre con las compañías American Queen Steamboat Co. y Victory Cruise Lines, que se convirtieron en las primeras navieras estadounidenses en exigir el documento.
En el Reino Unido, la primera naviera en exigir requisito de vacuna para los pasajeros fue Saga Cruises, pidiendo de dos dosis al menos 14 días antes de abordar el barco, a partir del 4 de mayo. Norwegian Cruise Line también está considerando que los pasajeros estén vacunados, pero si lo requerirá para los miembros de la tripulación.
