En febrero pasado la disminución del tráfico aéreo en Latinoamérica fue del 55,7% frente al mismo mes del 2020, una caída más pronunciada que el 46,6% reportado en enero, reveló el más reciente informe de la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA).
Con estas cifras, y aún pendientes las de marzo, se ratifica el cambio de tendencia en la recuperación que venía mostrando la industria aérea en la región durante el último trimestre de 2020. Durante febrero, las aerolíneas que operan en la región transportaron 15.5 millones de pasajeros, es decir, 19,5 millones de pasajeros menos que en 2020.
La reducción de febrero frente a enero es la mayor caída en el tráfico mes con mes ocurrida en la región al menos en el último semestre. El tráfico (RPK) disminuyó 66.4% y la capacidad (ASK) se redujo un 54.4%, llevando el factor de ocupación al 58.8%, 21.1 puntos porcentuales menos que en 2020. El tráfico internacional fue el más golpeado con una caída del 66.7% en febrero, mientras que el doméstico alcanzó una caída de 46.6%.
Según ALTA, la reimposición en cuarentenas y restricciones en los países de la región ha sido determinante para la caída del tráfico aéreo, lo que ratifica una vez más los datos de las encuestas a los pasajeros en donde los confinamientos se reportan como altamente disuasorios de los viajes.
“Mientras el virus sea contenido a medida que avanzan las campañas de vacunación y las restricciones sean levantadas, las personas volverán a viajar”, señala la comunicación de ALTA y citan el caso de Australia, en donde se presentó en febrero una marcada recuperación en el mercado doméstico con 20.5 puntos porcentuales versus enero de 2021.
Sin embargo, en Latinoamérica la vacunación es a otro precio y su lento avance no permite vislumbrarla como factor decisivo en la reactivación de los viajes durante 2021:
“A excepción de Chile, la población en la región aún presenta una baja tasa de vacunación, con disparidad en los tiempos en que los países llegarán a la inmunidad. Esto podría generar que el proceso de reactivación de los viajes internacionales sea descoordinado y prolongado. Por lo anterior, es importante considerar que la vacunación es una solución de largo plazo. En el corto plazo deben considerarse otras alternativas eficientes para permitir la movilidad. Las pruebas rápidas han demostrado ser una alternativa efectiva para evitar importar contagios y a un costo económico marginal frente a la posibilidad de cerrar los cielos al transporte aéreo internacional”.
Finalmente, el organismo reitera también lo repetido hasta la saciedad por IATA, sobre la importancia del reconocimiento entre Estados de las pruebas y vacunas. Los Estados deben acordar estándares de aceptación y seguridad en aras de que las credenciales sanitarias sean reconocidas al momento de aterrizar en el extranjero.