Debido a la alarma generada por la diseminación por el mundo de la cepa Delta del coronavirus, el Gobierno decidió que desde ayer sólo podrán ingresar desde el exterior a la Argentina por vía aérea 600 pasajeros por día.
Además, los pasajeros deberán hacer 10 días de cuarentena a su costo. Así quedó establecido en la prórroga del cierre de fronteras al turismo establecida por el gobierno hasta el próximo 9 de julio.
Des esta manera, se reduce el cupo de ingreso de pasajeros por vía aérea de 2000 a 600 diarios. Una compleja reprogramación de vuelos tiene por delante el Gobierno y se adoptarán desde el 1 al 31 de julio nuevas medidas de aislamiento obligatorio por 10 días para quienes regresen del exterior.
En una entrevista a radial Florencia Carignano, titular de la Dirección Nacional de Migraciones señaló que “Las medidas que tomamos fueron producto de estas últimas semanas. Nosotros específicamente reforzamos los controles que ya venían haciendo las fuerzas federales en las provincias y lo que hicimos fue hacer un informe: vimos que, a nivel país, el 45% de la gente que había llegado de afuera, cuando le tocamos el timbre para ver si estaba aislada, no estaba”.
“No nos preocupa el incumplimiento en sí mismo, por eso tendrán que responder ante un juez, el problema es que pase lo que pasó en Israel: una familia no cumplió el aislamiento, mandaron a los hijos al colegio, fueron a trabajar, contagiaron a 45 chicos y a adultos con las dos dosis de Pfizer, y generaron un brote en un país que desde abril estaba sin un solo caso” y agregó, “Ellos tienen al 70% de la población vacunada y nosotros estamos en pleno proceso de vacunación. Están llegando entre 5 y 6 millones de dosis por semana, estamos metiéndole con todo, pero algo tenemos que hacer”.
El nuevo cupo diario solo equivale a 2 aviones aproximadamente con lo cual la ANAC está trabajando para reorganizar los 10 a 12 vuelos que llegan en la actualidad diariamente.
“Esto va a significar por supuesto, cancelaciones de vuelos”, señaló. “La gente tendrá que esperar que la aerolínea le asigne vuelo y en ese vuelo también habrá mucha gente esperando. No es que me lo pase bien diciendo esto, pero son las consecuencias de cuando uno decide viajar en pandemia. Todavía esto no se terminó. Cuando uno decide viajar sabiendo que el mundo es un lío, pueden pasar estas cosas. De hecho una firma una declaración jurada en Ezeiza aceptando las condiciones que el Estado ponga en tu reingreso y las consecuencias económicas”.
Explicó “No es para molestar a la gente, los gobernadores están preocupados. ¿A quién no le gusta viajar? Pero hoy no queda otra que cerrar porque la variable Delta va a entrar por la frontera. Entonces tenemos que ajustar ahí. No es que quiero molestar a la gente porque se fue afuera, lo que quiero es que cumplan y si no lo hacen hay que tomar decisiones más fuertes porque nos jorobamos todos los que estamos acá adentro”.
“El hotel lo tomamos cómo medida porque no hay forma que los que no cumplen entiendan que no se tienen que ir. Tenemos datos de gente que vino de afuera y aún teniendo antígeno, PCR negativo y vacuna, arranca con síntomas a los tres o cuatro días cuando ya se había paseado por todos lados”, destacó. “Para entonces la denuncia penal está hecha pero no sirve a los efectos de impedir la propagación. La variable Delta ya entró en 74 países. Retrasemos el ingreso lo máximo posible mientras estamos vacunando. Mientras mejor nos agarre, menos daño va a hacer. Para eso necesitamos medidas más estrictas”.