Austria, Dinamarca, Hungría y Francia fueron los primeros países europeos que implementaron el “pase sanitario”, que permite el acceso a determinados lugares públicos de las personas que se hayan aplicado la vacuna, hayan transitado la enfermedad o den un resultado del test de covid negativo. Este sistema se está replicando rápidamente en distintos lugares del mundo.
El primer pase sanitario o certificado de inmunidad surgió en Hungría desde marzo, gracias a la rápida aplicación de vacunas en el país. Desde mayo, estas tarjetas se han usado para reabrir hoteles, salas de cine, teatros y restaurantes. En la actualidad también se piden en los centros de salud y reuniones de más de 500 personas.
A Hungría, le siguió Austria, que pide una prueba negativa, un certificado de anticuerpos o una prueba de vacunación para la entrada a hoteles, gimnasios, museos, conciertos y más. Por su parte, en Dinamarca, el pase es obligatorio para acceder a peluquerías y gimnasios.
Uso extensivo en Europa
El documento ganó más reconocimiento al ser adoptado por la Unión Europea. Entró en vigencia en julio y consta de un código QR que permite comprobar si el portador está vacunado o tiene una prueba de coronavirus negativa reciente. El mismo permite a los pasajeros cruzar las fronteras de 33 países del Viejo Continente: los 27 Estados miembro y otros seis países vecinos que son Androrra, Islandia, Liechtenstein, Mónaco, Noruega, Suiza.
Al mismo tiempo, han comenzado a surgir pases sanitarios locales dentro de la UE. Italia, en tanto, está imponiendo un documento para ingresar en las salas de cine, los museos y los gimnasios, incluso para comer en el interior de los restaurantes. Galicia lo introdujo para acceder al interior de bares, restaurantes y discotecas de los municipios más afectados. Medidas similares fueron bloqueadas por la justicia en Canarias y en Andalucía.
En Francia comenzó a ser de uso obligatorio el 21 de julio para entrar a establecimientos culturales y de ocio (museos, cines, parques temáticos, festivales, ferias) que acojan a más de 50 personas. Posteriormente, su uso se amplió para cafés, restaurantes, aviones, trenes, autobuses para viajes largos y ferias profesionales.
En Alemania, dependiendo de los estados federados, es posible que se requiera un certificado de vacunación o una prueba negativa para acceder a lugares como hoteles, gimnasios y cines.
Llega a Israel
Ante la aparición de la variante Delta, que se viraliza con mayor rapidez, Israel restableció parcialmente el pase sanitario a principios de agosto. Este aplica para el ingreso a lugares que acojan a más de 100 personas y recoge los certificados para personas vacunadas, curadas de covid-19 o con una prueba de PCR negativa.
América
Frente al aumento de casos, el alcalde de Nueva York Bill de Blasio anunció que el llamado “Key to NYC” (“Llave a Nueva York“), será lanzado el 16 de agosto, seguido por un periodo de transición de un mes, lo que convertirá a la ciudad en la primera de las grandes metrópolis estadounidense en crear un pase sanitario. Este consistirá en una prueba de vacunación para “empleados y clientes de restaurantes cubiertos, pabellones deportivos y teatros”.
Asimismo, Canadá comenzará a exigir el 1° de septiembre un pasaporte sanitario para ingresar a restaurantes, gimnasios o festivales. “Nuestro objetivo con el pasaporte es no volver a un confinamiento generalizado y, al mismo tiempo, evitar saturar nuestros hospitales”, afirmó el ministro de Salud de esta provincia canadiense, Christian Dubé.
Chile, Uruguay y Argentina también anunciaron que habilitarán sus respectivos pasaportes sanitarios.