Cuando Gran Colombia de Aviación comenzó a operar en noviembre de 2019, era imposible saber que en pocos meses los aviones del mundo se quedarían en tierra durante semanas. Y, con este comienzo turbulento, la compañía ha demostrado una notable resiliencia que hoy se ve en su decidido compromiso por conectar al suroccidente de Colombia con el resto del país.
Andrés Felipe Botero, gerente de GCA Airlines, dialogó con Rèport Colombia sobre este episodio, su apuesta por conectar al país sin pasar por Bogotá y aquello que la hace una compañía única.
GCA comenzó a operar en noviembre de 2019 y en marzo estaban cerrando el país, ¿Cuàl fue el impacto para la aerolínea?
Es una situación muy complicada. GCA venía de un proceso de certificación de más de dos años, donde mantuvo el sueldo de sus empleados, incluidos pilotos y azafatas, con una expectativa muy grande por empezar la operación. Y empezamos a volar el 29 de noviembre de 2019. Estaba todo funcionando muy bien; sin embargo, si bien la pandemia explotó en marzo de 2020, antes ya el turismo internacional estaba golpeado. En la segunda mitad de enero había terminado la temporada alta y se empezaron a reducir los índices de ocupación de los vuelos hasta que hubo que suspender las operaciones porque no se justificaba realizar la operación.
¿Qué hicieron durante este periodo sin operación?
Tomamos medidas para resguardar la compañía y prepararla para cuando se reiniciaran las operaciones. En el momento, uno hace ciertos planes y todo el mundo pensó que sería un tema de un mes, que se convirtió en dos, tres y seis. Y, a pesar de que en septiembre empezaron las operaciones, la gente no tenía confianza para viajar. Tuvimos que resguardarnos: suspender a trabajadores por fuerza mayor, porque la compañía no generaba ningún ingreso para cubrir los costos fijos, y empezamos una negociación con nuestros proveedores.
Finalmente está llegando la recuperación, ¿cómo avanza este proceso para GCA?
No ha sido tan fácil. Arrancamos a volar en septiembre y venía un proceso paulatino. Empezamos a operar barranquilla, luego Cartagena y San Andrés. Y poco a poco se fueron abriendo los sectores. Sin embargo, vinieron las olas de nuevos contagios. En ese momento, los alcaldes empezaron a cerrar y poner cuarentenas obligatorias, lo que golpeó la recuperación. Cuando estábamos saliendo de eso, vino el paro que fue profundamente complicado en Cali, que aún sigue viendo los estragos de ocurrido. Desafortunadamente, estas situaciones golpean muchísimo y cualquier proyección que hagas se ve destruida por eventos imposibles de controlar. Asimismo, hay una saturación del mercado: somos demasiadas aerolíneas operando las mismas rutas y destinos. Y, desafortunadamente, la reactivación del turismo y comercio ha sido progresiva y no a pasos agigantados. Todo esto ha golpeado la operación y los flujos de caja de la compañía. Sin embargo, hemos estado en una franca recuperación y estamos en unos índices muy buenos de ocupación.
¿Cómo se encuentra la operación de la compañía en este momento?
Mantenemos nuestra operación Cali-Bucaramanga; Cali-Cúcuta; Cali-San Andrés; Cali-Barranquilla y Cali-Cartagena. A San Andrés volamos todos los días; a Cúcuta, dos veces a la semana; al igual que Bucaramanga. A Barranquilla volamos tres veces a la semana, y Cartagena, cinco frecuencias a la semana, incluidos los domingos. En cuanto a ocupación, en las últimas semanas ha estado bastante bien por la temporada alta de mitad de año y rondó el 70% y 80 %.
Con una competencia tan fuerte, ¿cómo se diferencia GCA Airlines?
Lo primero es que la calidad del servicio que tenemos a bordo es maravillosa y los pasajeros lo perciben. Además, tenemos una campaña que se llama Viajero GCA, que permite a las personas que practican deportes como ciclomontañismo, o músicos, o personas que transportan equipaje sobredimensionado a que se tomen una foto, nos mencionen con #ViajeroGCA y, al mostrárselo al counter, no tienen que pagar nada por ese equipaje sobredimensionado.
Además, no cobramos nada por los cambios que quieran realizar los pasajeros. Solo cobramos la diferencia de tarifa, pero no se cobra ninguna penalidad por cambio, ni siquiera por el de nombre. Así, buscamos es romper los esquemas del mercado.
¿Cuáles son los planes de expansión de la compañía?
Dentro del mediano plazo esperamos iniciar la operación de algunas rutas internacionales, y ya solicitamos Cali-Panamá y Barranquilla-Curazao. También estamos buscando incorporar aeronaves más modernas, las 737-800. Ya solicitamos a la Aerocivil la adición del permiso de operación para incorporar una de estas aeronaves antes de terminar el año.
¿Cuándo esperan comenzar a operar internacionalmente?
El plan es empezar la operación de Barranquilla-Curazao en noviembre o diciembre. Estamos en el proceso de certificación y enviar la documentación a la autoridad en Curazao para poder empezar. La ruta Cali-Panamá podría empezar a operar en enero o febrero, pero no es concreto.
¿Qué importancia tienen las agencias de viajes en todos los planes de la empresa?
Son supremamente importantes. Para las aerolíneas, las agencias de viajes son unos aliados muy importantes y son uno de los ingresos más importantes que puede tener cualquier compañía. Son quienes dinamizan el turismo y los índices de ocupación de las aerolíneas. Y ahora, ellos nos pueden ayudar a la reactivación del mercado y del turismo.