A lo largo de dos semanas, a partir del pasado 15 de noviembre, líderes de pueblos indígenas de cinco países se reunirán para trabajar en bases y herramientas que permitan el desarrollo del turismo en sus territorios como parte de los esfuerzos del país por generar un turismo incluyente.
El Encuentro de Formación Intercultural de Turismo Indígena es organizado por el Ministerio de Comercio Industria y Turismo y el resguardo indígena de Puracé del pueblo Kokonuko. El espacio cuenta con representantes de 27 comunidades indígenas colombianas, provenientes de todos los rincones del país y con la participación de líderes de pueblos indígenas de cinco países.
Las comunidades participantes por parte de Colombia son los pueblos Kokonuko, Kisgo, Nasa, Yanakona, Nasa Paéz, Cofán, Inga, Kaméntsá, Wiwa, Wayuu, Awa, Pijao, Muisca, Kankuamo, Mocana, Pastos, Puinave, Curripaco. Estas comunidades se reunirán con líderes del pueblo Quechua de Perú y Bolivia, del pueblo Nawa de México y los pueblos Huron-Wendat y Metis de Canadá.
Según informó el ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el evento hace parte de la apuesta de Colombia por el desarrollo de un turismo incluyente, en el cual las comunidades indígenas y sus territorios son eje fundamental.
“Este es un primer paso en la generación de capacidades y sintonía colectiva con líderes indígenas, para ser multiplicadores y gestores de turismo indígena en sus territorios, así como partícipes en la generación de insumos clave para la construcción de la Política Pública de Turismo Indígena de Colombia”, aseguró la ministra Maria Ximena Lombana.
Con el aporte de cada uno de los pueblos presentes, marcamos un hito en los procesos colectivos que nos permitirá avanzar y generar insumos claves para trabajar en la construcción de la Política Pública de Turismo Indígena.
Cabe resaltar que este proyecto está en línea con el Plan Sectorial de Turismo, que plantea el desarrollo de un turismo basado en comunidades, que busca que la gestión integral de destinos esté estructurada y aporte a la equidad territorial y a mejorar las condiciones de vida de la población local, con procesos de transformación regional, reconciliación y, por supuesto, la valoración de nuestra diversidad natural y cultural.