Si bien las mujeres constituyeron el 54% de la fuerza laboral global del sector turístico en 2019, ocuparon menos del 40% de los puestos de gestión, menos del 20% de los de dirección general y menos del 8% de los puestos en consejos de administración.
Es una de las principales conclusiones de la 2º edición del Informe Mundial sobre las Mujeres en el Turismo, publicada a finales del 2019 por la OMT, ONU Mujeres, el Grupo Banco Mundial, entre otras organizaciones. Se trata de la investigación más reciente de la situación de la mujer en la industria turística desde la primera edición publicada en 2010.
¿Qué ha cambiado hasta la fecha? Como es sabido, la pandemia del covid-19 echó por la borda todos los cálculos y proyecciones de la industria turística, aunque ya en noviembre del año pasado la OMT adelantó que las desigualdades de género se acentuaron por la crisis que atravesó el sector. Lo propio confirmó ayer el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) al señalar que las mujeres fueron desproporcionalmente afectadas por la pérdida de miles de puestos de trabajo que ocupaban a raíz de la crisis sanitaria global.
¿Qué estableció exactamente el informe? A pesar de los cambios frente a los primeros datos del 2010, persisten muchas de las tendencias observadas en la primera edición. En términos globales, las mujeres representaron la mayoría de los trabajadores del turismo (54%) y, sin embargo, estaban generalmente relegadas a posiciones de menor nivel en el sector.
Aunque las mujeres a menudo son dueñas de sus propias empresas turísticas y suelen administrarlas como emprendedoras, están infrarrepresentadas en los puestos de dirección, señala el informe. Existe además una brecha de género en el sector turístico, ya que las mujeres ganan menos que los hombres (14,7%) por un trabajo equivalente. Esta brecha, sin embargo, es menor que en el conjunto de la economía (16,8%).
Se concluyó también que, en todas las regiones, el liderazgo de las mujeres al máximo nivel de la toma decisiones es la excepción, y no la regla. Los análisis constataron que el 23% de los ministerios de Turismo en 2018 estaban dirigidos por mujeres, un porcentaje que ha aumentado con respecto al 21% de 2010. El porcentaje supera ligeramente al de ministras en general, que se sitúa en el 20,7%.
Las mujeres representan aproximadamente la cuarta parte de quienes toman decisiones en el sector turístico. A medida que se asciende en la jerarquía, menos mujeres hay. Si bien el sector atrae a un elevado número de graduadas universitarias, no hace lo suficiente para retenerlas o asegurar su progreso profesional a puestos de liderazgo, formulación de políticas y toma de decisiones.
No obstante, el turismo puede ofrecer a las mujeres mayores oportunidades de emprendimiento que la economía en general. Esto es, efectivamente, lo que ocurre en regiones como América Latina y el Caribe, en donde el porcentaje de mujeres empleadas en el turismo es del 60%.
¿Cuáles son los caminos a seguir?
Una primera constatación del informe es que las intervenciones de actores públicos, privados y de la sociedad civil, tales como la promoción de la igualdad salarial, la lucha contra el acoso sexual y la contratación de mujeres en puestos de alto nivel, ayudan a promover el trabajo decente para las mujeres en el turismo.
“Parece haber una fuerte correlación entre las políticas sensibles al género, por una parte, y la capacidad de las mujeres de prosperar en áreas como el empleo, el emprendimiento y el liderazgo en el turismo, por la otra”,
establece la investigación.
La importancia de adoptar políticas enfocadas en la igualdad de género no es menos determinante en el campo de la formación y educación. Señala el informe que los estudios de casos pusieron de manifiesto la necesidad de una capacitación adaptada al contexto, así como de una capacitación en tecnologías de la información y las comunicaciones, especialmente en lo que respecta a plataformas digitales de turismo.
“Además, es esencial que se ofrezca capacitación en igualdad de género al sector turístico, tanto en la esfera pública como en la privada, para garantizar que aumente la sensibilización y se desarrollen capacidades que permitan maximizar la contribución del turismo al empoderamiento de las mujeres”, concluye.
La OMT, por su parte, destacó que el sector turístico – históricamente– ha representado una oportunidad de empoderamiento para las mujeres dado su gran potencial para conceder una fuente de subsistencia y autonomía. Bajo esa premisa lanzó en noviembre pasado el proyecto Primer Plano: ‘El empoderamiento de las mujeres durante la recuperación de la Covid-19’.
A través de Primer Plano (Center Stage), la OMT apoya a 4 administraciones nacionales de turismo, empresas, asociaciones y organizaciones sin ánimo de lucro vinculadas al sector en Jordania, Costa Rica, República Dominicana y México, mediante la implementación de un Plan de Acción de un año para fomentar el empoderamiento de las mujeres, incluyendo programas de formación específicos para impulsar su carrera profesional, mejoras en el marco legal y la recopilación de datos de empleo turístico desglosados por sexo.