Con el regreso del turismo masivo al célebre destino italiano, las autoridades locales anunciaron la puesta en marcha de un sistema de reservas piloto para regular la entrada de viajeros.
A poco más de dos años del inicio de la pandemia el debate del “sobreturismo” volvió a la mesa en uno de los destinos europeos más afectados. Cabe recordar que junto con Barcelona, Venecia era en 2019 el caso crítico más sonado de afectación por sobre carga de turistas, como bien dan cuenta los informes de prensa en Europa.
Ahora que las aguas del turismo masivo vuelven a su cauce –el destino italiano recibió 400 mil turistas en la Semana Santa pasada– la problemática del over tourism volvió a quedar en evidencia y las autoridades venecianas anunciaron acciones para enfrentarla.
Se trata de un sistema de reservas –actualmente en desarrollo– destinado a gestionar la entrada de turistas a la ciudad y que espera convertirse en obligatorio a partir de 2023. Una vez se ponga en marcha la iniciativa, todos aquellos que quieran acceder al centro histórico tendrán que registrarse en una plataforma digital.
Inicialmente, por ser una fase de pruebas, no se prohibirá la entrada a quien no haya reservado. Pero, según explicó el alcalde de Venecia, Luigi Brugnaro, “a aquellos turistas que hayan realizado reservas se les facilitará el acceso y compra de entradas para museos y transporte público, y pasarán por delante de los que no han reservado”.
Con esta medida, de la que estarán exentos los turistas que opten por pernoctar en hoteles venecianos, el gobierno local espera monitorear en tiempo real la cantidad de personas que están en las calles del centro histórico y tomar medidas en consecuencia.
“Este es el camino correcto. Seremos los primeros en el mundo en esta difícil experimentación”, concluyó el alcalde de Venecia en declaraciones a medios locales.