Uno de los países del mundo con la política de fronteras más estricta por el coronavirus se prepara volver a recibir visitantes. El proceso iniciaría con el recibimiento de pequeños grupos de turistas e implicaría una apertura total para junio.
El primer ministro de Japón, Fumio Kishida, dio a conocer que el país asiático seguirá relajando sus controles fronterizos hasta ponerlos al nivel del resto de las naciones del G7. Asimismo, informó que consultará con expertos en salud pública antes de revisar “por fases” las medidas fronterizas restrictivas.
“Relajaremos aún más los controles, para que en junio sea posible ingresar al país sin problemas como otras naciones del G7”, dijo Kishida.
De manera preliminar, se reveló que se iniciarían aprobando los viajes en grupo, que son fáciles de gestionar por las agencias turoperadoras. Para el ingreso se requerirá itinerarios filos, tres vacunas contra el coronavirus y estricto seguimiento. Si esta apertura no genera un aumento de infecciones respiratorias, para junio duplicaría el número diario de pasajeros con permiso de ingresar, al pasar de 10 mil a 20 mil.
A finales de mayo, además, permitirá el arribo de estudiantes extranjeros con visas válidas. No obstante, ellos solo podrán ingresar al país al margen del límite diario de visitantes foráneos.
Cabe recordar que desde el año pasado, Japón implemento una prohibición de entrada para no residentes. La medida ha sido reconocida por su rigurosidad y solo permite el ingreso de personas bajo ciertas condiciones. Desde hace algunos meses, el gobierno ha ido flexibilizando la normativa y actualmente permite que hasta 10,000 personas al día ingresen a Japón. Sin embargo, solo se concede visado a empresarios, pasantes técnicos y estudiantes. La entrada de turistas está aún vetada.
Kishida le ha atribuido a las estrictas políticas de entrada la forma en que Japón ha sobrellevado la pandemia mejor que otras naciones. Desde el comienzo de la pandemia, Japón ha registrado menos de 30.000 muertes por covid-19, a una tasa de 23,5 muertes por cada 100.000 habitantes, según datos de la Universidad Johns Hopkins. Comparativamente, más de un millón de estadounidenses han muerto por covid-19, a una tasa de 302,5 muertes por cada 100.000 habitantes.
