Conocer la cultura, historia y sabores de la capital argentina en poco tiempo es posible visitando los lugares adecuados. Así lo comprobó un grupo de periodistas colombianos participantes en un fam trip organizado por Aerolíneas Argentinas, Visit Buenos Aires e Inprotur. En dos días recorrieron algunos lugares imprescindibles del destino y ratificaron por qué esta ciudad es una visita obligada en Suramérica.
La arquitectura, la gastronomía, la música, la cultura y los deportes se encuentran en Buenos Aires para conformar un destino deslumbrante, capaz de enamorar a todos sus visitantes sin importar el motivo de su viaje. Desde calles encantadoras y cafés y restaurantes para disfrutar con amigos hasta museos de arte y grandes espectáculos, la capital argentina ofrece un abanico de posibilidades para todos.
Siendo tan amplia y variada, el tiempo parece no alcanzar para conocerla. Sin embargo, en dos días es posible hacerse una buena idea de en donde reside su encanto. Y así lo comprobaron un grupo de periodistas invitados por Aerolíneas Argentinas, Visit Buenos Aires e Inprotur para explorar los encantos del destino. Así comprobaron que en 48 horas es posible no solo recorrer sus principales atractivos, sino enamorarse de sus matices.
El primer día, tras aterrizar a las 7:15 en Aeroparque, lo primero es dejar las maletas en el hotel —el grupo se hospedó en el Hotel Pestana, que destaca por su excelente ubicación, cómodas instalaciones y variedad en alimentos— y desayunar. Tras tomar este pequeño respiro, inicia el recorrido en el icónico barrio de Recoleta, “la Paris argentina”. En esta zona de interés histórico los visitantes pueden visitar el Cementerio, el Centro Cultural y otros museos, deleitarse con un buen café o simplemente caminar, observar una clásica mañana en la ciudad y maravillarse con su arquitectura.
A 10 minutos de allí, se encuentra el Mercado de san Nicolás, el lugar ideal para probar la gastronomía regional: desde productos frescos como frutas, verduras y carnes hasta variedad de quesos y empanadas argentinas. También se encontrará desde comida italiana hasta platos típicos de invierno. Tras una tarde tranquila, se recomienda cenar en uno de los típicos restaurantes familiares italianos que tiene la ciudad.
El segundo día inicia con un tour por Caminito y la Boca para conocer el estadio y familiarizarse por la relación entre Argentina y el fútbol. Recuerdos, camisetas, posters y numerosas historias relacionadas con este deporte se pueden escuchar en Boca. Caminito, por su parte, es ideal para deleitarse con la belleza de sus calles, hacer compras y tomar las fotos de recuerdo perfectas.
A pocos pasos de allí se encuentra Colón Fábrica, una iniciativa reciente que reúne algunas de las escenografías más icónicas del teatro y que comparte algunos de los secretos de estas obras. Incluso para aquellos que no están muy familiarizados con este arte, la visita es fascinante en cuanto permite observar la calidad de los detalles de los trabajos, el vestuario y demás elementos de la obra.
Tras almorzar —puede ser en un local que ofrezcauna tradicional parrillada argentina—, se recomienda hacer una visita a Zanjón de Granados, también llamada “la obra de recuperación arqueológica más importante de la ciudad”, a sólo 12 minutos en auto. A finales del siglo XX, el propietario del lugar hizo un involuntario hallazgo: restos de los túneles que alguna vez encauzaron el Zanjón de Granados, cisternas, aljibes, utensilios, recipientes y restos de construcciones de 1700, 1740 y 1830. Todo esto está en exposición para los visitantes de forma que se puedan sumergir un poco en la historia de la ciudad.
Por supuesto, una visita a Buenos Aires no está completa sin un poco de tango, por lo que una cena show es la forma ideal para cerrar el día. En La Ventana los visitantes se pueden deleitar de lo mejor de la comida argentina y luego, observar a más de 30 artistas en escena entregar un espectáculo de tango y folclore lleno de sentimientos y derroche.
Buenos Aires y Bogotá, más cerca con Aerolíneas Argentinas
La aerolínea argentina conecta a ambas capitales con una frecuencia diaria, despegando desde Bogotá a las 22:45 para aterrizar en Buenos Aires a las 7:15. Tras seis horas y media de vuelo, el avión aterriza en Aeroparque, el corazón de la ciudad argentina, lo que significa un importante ahorro en costos y tiempos de traslado.
Frente a la experiencia de viaje, la aerolínea ha reinstaurado recientemente el servicio a bordo, cuyo menú varía según la clase (ClubEconomy o Economy) en la que vuele el pasajero. Cabe destacar que la clase Club Economy ofrece un kit de bienvenida, asientos con un Pitch de 38’’ y un menú caliente.