Con una devaluación anual de casi el 26 %, el peso colombiano está alcanzando valores nunca antes vistos frente al dólar. La constante alza de la moneda y sus posibles efectos sobre el turismo emisivo comienzan a preocupar a la industria de los viajes, señaló Anato.
Durante los últimos meses, el aumento del dólar ha sido un fenómeno constante en el país y el mundo. Sin embargo, el alza que ha tenido en los últimos días ha encendido las alarmas al alcanzar los $ 4.958 y seguir superando, una y otra vez, sus máximos históricos.
El turismo no es inmune a la preocupación que ha generado el comportamiento de la divisa. Si bien es cierto que podría hacer a Colombia más atractiva para el turista extranjero, también tiene un contrapeso con el aumento del IPC en el país, que para septiembre fue del 11,4 % y que en el caso de transporte aéreo alcanzó un 30 %.
A esto se suma el efecto inflacionario que generaría en la canasta básica familiar, de la cual, según el DANE, cerca del 38 % de los elementos son importados. Esto que se podría traducir en una pérdida del poder adquisitivo de los colombianos y, a su vez, implicaría una reducción en gastos recreativos como viajes por concepto de vacaciones.
Cabe destacar que en julio de este año, cuando el dólar alcanzaba los $ 4.348, Anato ya manifestaba su preocupación frente al impacto que tendría en el precio de los productos turísticos. En ese entonces, aseguraba que “de acuerdo con el en reciente informe del IPC del DANE, se ha presentado un incremento del 10 % en el precio de los paquetes turísticos; y del 23 % en los tiquetes aéreos, debido al alza en el combustible y de los productos y servicios relacionados, lo cual encarece significativamente el costo total de los viajes”.
Ahora, con una devaluación anual de casi el 26 % y un dólar amenazando con romper el techo de los $ 5.000, las alarmas se encienden frente a los efectos que podría tener en el precio de los viajes y en la intención de viajar de los colombianos.
“A lo largo del año, se han venido presentando buenos resultados en el flujo de colombianos hacia el exterior a pesar de un dólar alto. Esperamos que esto no repercuta en las reservas para la temporada de fin de año, tanto emisivas como receptivas.”, explicó Paula Cortés, presidente ejecutiva de Anato.
¿Por qué se ha fortalecido tanto el dólar?
La preocupación por el precio del dólar no es exclusiva de Colombia. Según el índice DXY, la divisa ha crecido hasta un 15% en los últimos días frente a las seis monedas más importantes del mundo y más de 100 países del mundo han evidenciado una devaluación en sus monedas. Según Bloomberg, algunas de estas monedas que han caído frente al dólar son el euro (-13,9 % en el año), la libra esterlina (-17 %) y el yen japonés (-23,3 %). Dentro del listado de las monedas más devaluadas de Bloomberg, el peso colombiano se encuentra en la posición 24 con un -16,9 %.
¿Y cuáles son los motivos de este comportamiento? Según explicó José Ignacio López, director de investigaciones de Corficolombiana, para La República, el primer motivo es el aumento de las tasas de interés en Estados Unidos por parte de la Reserva Federal para hacerle frente a la inflación.
Asimismo, López asegura que Estados Unidos ha demostrado una fortaleza y se ha visto favorecido en la coyuntura energética actual. Gracias a nuevas tecnologías y métodos no convencionales de producción, hoy se ha convertido en uno de los principales productores de petróleo del mundo.
Cabe recordar que en menos de cinco semanas entrarán en vigencia las sanciones económicas a Rusia impuestas por la Unión Europea, lo que implica que millones de barriles de petróleo ya no estarán en el mercado. Por lo tanto, el precio del petróleo se verá favorecido.
A esto se suma el hecho de que, ante la perspectiva de una recesión global el próximo año, los capitales e inversores buscan al dólar como resguardo ante el panorama económico que se avecina.
Adicionalmente, existen factores locales que han afectado la confianza de los inversores. Entre ellos, la decisión presidencial de suspender la nuevas exploraciones de petróleo, gas y carbón; y la salida de inversores de minas y energías fósiles que se verían afectados con la Reforma Tributaria que se discute hoy en día en el Congreso.
Sin embargo, el pasado viernes el presidente Gustavo Petro; la ministra de Minas, Irene Vélez, y el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, han reiterado que se respetarán los contratos de petróleo y gas existentes con el fin de generar más confianza en el mercado.
“Lo dijimos en campaña y cumplimos. Todos los contratos de explotación y exploración de hidrocarburos vigentes continúan. Si la exploración es exitosa como en estos 7 pozos perforados durante mi gobierno, aumentan las reservas y se hace mucho más fácil la transición energética”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.