En el marco de su apertura el turismo, el país del Medio Oriente extiende una invitación a los mercados globales a descubrir toda su autenticidad, desde sus experiencias más salvajes en el desierto hasta su peregrinación más famosa.
Arabia Saudita se abre al mundo. El Reino del Medio Oriente busca ponerse en el radar de los turistas internacionales y para ello cuenta con atractivos históricos y culturales únicos en el planeta. Con desiertos legendarios, playas espectaculares, gastronomía auténtica y ciudades que combinan tradición con modernidad, Arabia está a la altura de pelearse un lugar de privilegio con otros destinos de la región.
El Reino de Arabia Saudita es el país más grande de Oriente Medio y el cuarto más poblado de la región MENA. El 80 % de los saudíes viven en diez grandes centros urbanos: 1. Riad, 2. Jeddah, 3. La Meca, 4. Medina, 5. Hofuf, 6. Taif, 7. Khobar, 8. Yanbu, 9. Dhahran y 10. Dammam, cada una con sus propias tradiciones y culturas.
Riyadh, por ejemplo, es descrita como una ciudad rica en cultura y patrimonio; Jeddah es “la novia del Mar Rojo” o mejor conocida como la puerta de entrada a las ciudades sagradas de La Meca y Medina; y Dammam, famosa por sus parques, paseos marítimos y playas.
Aunque en Saudí se encuentran las ciudades santas de La Meca y Medina, una ruta de peregrinación por el país no tiene por qué detenerse allí. Los viajeros pueden aventurarse a otros lugares menos concurridos para disfrutar del ambiente tranquilo de las mezquitas y visitar otros lugares de importancia histórica, como la Mezquita de Al Rajhi.
La cultura, por su parte, cuenta con atractivas manifestaciones como danzas tradicionales y artesanías, que contrastan con sus relucientes rascacielos. Arabia es un destino en el que la historia y la modernidad se combinan. Muestra de ello son sus cinco lugares declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco: Jeddah histórico; el Oasis de Al Ahsa; el Sitio arqueológico de Al-Hijr (Hegra); el Distrito de Al-Turaif en Diriyah; y Arte rupestre en la región de Hail.
En cuanto a la gastronomía, la cocina tradicional saudí utiliza especias aromáticas e ingredientes locales inspirados en la herencia comercial del país. Los platos tradicionales reflejan las antiguas caravanas comerciales y el estilo de vida nómada de los habitantes del desierto.
Este extenso país ofrece la mejor experiencia para cada tipo de viajero, desde exploradores intrépidos hasta aficionados a la historia, los amantes de la cultura, aventureros, empresarios y aquellos que simplemente desean pasar su tiempo relajándose en un entorno de lujo.
Arabia Saudita ofrece fenómenos naturales asombrosos y formas emocionantes y únicas de explorar su diverso terreno, haciendo que el reino merezca un lugar en la lista de cualquier entusiasta de las actividades al aire libre. El Reino cuenta con todo un itinerario, desde aventuras en el desierto y el agua hasta acampadas y senderismo por cuevas y cráteres.