ReFuelEU Aviation es un acuerdo político en la Unión Europea para avanzar en la descarbonización de la industria aérea. A partir de 2025, los aviones que despeguen desde el territorio deberán contar con un mínimo de 2 % de combustible sostenible y aumentar este porcentaje progresivamente hasta 2050.
La Unión europea alcanzó un nuevo acuerdo para impulsar el uso de combustibles sostenibles en la aviación. Los negociadores del Parlamento Europeo y los Estados miembros acordaron que las compañías aéreas deberán incorporar porcentajes cada vez mayores de combustibles sostenibles en sus operaciones desde 2025.
Como parte de este acuerdo, se estableció que la cuota de combustibles de aviación sostenible disponible en los aeropuertos de la Unión Europea deberá ser de mínimo un 2 % desde 2025 y aumentar progresivamente hasta llegar al 70 % en 2050. Los aumentos serán cada cinco años con los siguientes objetivos mínimos: 6 % de carburantes sustentables en 2030, 20 % en 2035, 34 % en 2040, 42 % en 2045 y 70 % en 2050.
Cabe destacar que la Unión Europea considerará combustible sostenible para la aviación a combustibles sintéticos y a biocombustibles obtenidos de desechos agrícolas o forestales, algas, residuos orgánicos o aceite de cocina usado.
Con el acuerdo ReFuelEU, la Unión Europea busca impulsar la oferta y demanda de combustible de aviación sostenible (SAF) para poder cumplir sus objetivos de descarbonización, que implican reducir las emisiones del transporte en un 90 % para 2050 con respecto a los niveles de 1990.
Frente a esta decisión Laurent Donceel, director general en funciones de Airlines for Europe, aseguró: “Los responsables políticos europeos tienen que asegurarse de que ahora siguen adelante y ayudan a construir una industria de SAF líder en el mundo. La UE tiene que pensar en SAF de la misma manera que piensa en las turbinas eólicas, paneles solares y otras tecnologías sostenibles con el fin de apoyar la transición energética de la aviación”.
El acuerdo también ofrece incentivos para la descarbonización. Hasta 2030 se concederán a las compañías aéreas unos 20 millones de derechos de emisión de carbono para ayudarlas a cubrir el coste de los combustibles de aviación sostenibles. Algunas partes del sector también podrían optar a una etiqueta verde en virtud de su reglamento de sostenibilidad si cumplen unos criterios estrictos.
