¿Cómo va la industria turística en Colombia? La respuesta parece ser variable, dependiendo de la óptica con que se mire y los números que se destaquen. Para algunos expertos, las perspectivas no son positivas.

Luego de un 2022 extraordinario para la recuperación del turismo en Colombia, la industria recibió el año con cierta cautela e incertidumbre por cuenta de las amenazas de recesión, el alza del dólar y, particularmente, el regreso de IVA del 19% a los tiquetes aéreos y el alojamiento. Ya bien entrado el año, y después de la crisis aérea más difícil que haya experimentado el país, las perspectivas para el turismo no son tan positivas como el año pasado y la buena salud del sector pasa, por lo menos en el plano mediático, por el ángulo desde el que se mire. Eso fue precisamente lo que ocurrió en días pasados con los resultados de la Cuenta Satélite de Turismo (CST), que el DANE publica cada año con base en recomendaciones metodológicas de la OMT.

El caso del PIB y el turismo

¿Qué representa hoy el turismo en la economía del país? El informe revela, entre otros datos, que la participación porcentual del valor agregado turístico —es decir, el PIB turístico — pasó de 1,7% en el año 2021 a 2,1% en el año 2022. Es decir, se registró un crecimiento de 0,4 puntos porcentuales frente al año pasado, lo que desde la óptica del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo (MinCIT) es una ratificación de que el turismo sigue recuperándose después de la crisis más fuerte que haya experimentado.

“Pasamos de ser el sector económico que, con seguridad, fue el más afectado por la pandemia, a aportar en el 2022 el 2,1% del PIB colombiano, un porcentaje muy cercano al registrado en el mejor año que ha tenido el turismo en la historia del país, 2019”, afirmó en su momento el viceministro de Turismo, Arturo Bravo.

La declaración, sin embargo, se dio poco después de que Anato emitiera un comunicado con una interpretación más crítica de los mismos resultados. Aunque el PIB turístico efectivamente creció frente a 2021, todavía se encuentra 0,5 puntos porcentuales por debajo de lo que representó en 2019 (2,6%).

Según la interpretación del gremio, la principal conclusión de la CST es que el turismo no creció al mismo ritmo que la economía del país: “el sector turístico generó un valor agregado de 28 billones de pesos, lo que significó un 11% más que en 2019, esto sin tener en cuenta el efecto inflacionario entre 2019 y 2022, por lo anterior el valor agregado de todas las actividades económicas presentó un incremento del 37%, lo que demuestra que la economía nacional creció más que el turismo”.

En términos generales, el pronunciamiento del gremio parece dejar atrás la coyuntura de la recuperación pospandémica y plantear un reclamo directo para que el turismo vuelva a compararse con los números del 2019 y a jugar el mismo papel preponderante y de crecimiento que evidenció año tras año, antes de la crisis sanitaria. En el trasfondo se encuentra, por supuesto, la solicitud desatendida de mantener un IVA diferencial para los tiquetes aéreos y servicios turísticos.

Ahora bien, luego de conocerse el informe de la CST, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) saltó al ruedo con un reporte especial para Colombia de su Informe Anual de Impacto Económico (EIR), en donde se revelan cifras excepcionales sobre la contribución del sector turístico al PIB de Colombia.

Según el organismo, este año el sector representará el 4.8% de la economía total del país, lo que significa un crecimiento del 7,2% frente a 2019 y un aporte de 15.5 mil millones de dólares. En medio de la discusión anterior, las exorbitantes cifras generaron cierto ruido en el sector, toda vez que doblan las oficiales en materia de contribución al PIB, entre otros indicadores.

Cabe aclarar, sin embargo, que el WTTC trabaja con una metodología propia, en asocio con Oxford Economics. Allí se cuenta no solo el impacto directo de la industria de viajes y turismo, sino también el indirecto e inducido (por ejemplo, los gastos de los empleados del sector). Bajo este enfoque, el sector turismo se entiende bajo un espectro mucho más amplio que lo que propiamente genera el negocio de sus distintos subsectores.

“Póngale la cifra que quiera ¿De qué nos sirve concluir que el turismo es el 2, el 3 o el 4 del PIB? No nos aporta mucho, distinto de decir que tenemos mucho por donde crecer. Hay países en donde el turismo representa el 15% del PIB. Nosotros tenemos todo el potencial, pero no tenemos los resultados; tenemos todo para crecer, pero no tenemos los incentivos”, afirmó el ex viceministro de Turismo, Juan Pablo Franky, al ser consultado sobre estas cifras.

Turismo receptivo versus turismo interno y emisivo

Para el ex viceministro, una de las grandes falencias del sector hoy es su incapacidad de medir el turismo doméstico o interno de la misma manera que se hace con los flujos de viajeros provenientes del exterior. Este vacío es, de hecho, bastante patente en el actual contrapunteo de cifras. Mientras el Gobierno Nacional destaca, con razón, los buenos resultados en llegadas de viajeros internacionales, las cifras de turismo interno brillan por su ausencia y parecen circunscribirse a los indicadores de ocupación hotelera de Cotelco, que ya cayeron en 11 regiones del país en el periodo enero-abril de 2023.

De hecho, ya la CST estimó que mientras el gasto turístico receptor (+ 65%) y el gasto turístico emisor (+ 12%) crecieron de manera considerable en 2022 frente a 2019, el gasto del turismo interno estuvo un 10% por debajo.

¿Pero qué pasa este año? Las cifras del mes de abril fueron nuevamente una oportunidad de contrapunteo entre Anato y el Gobierno. El gremio de agencias comunicó en días pasados que abril fue el “primer mes de 2023 que registra caída en el flujo de colombianos hacia el exterior”, mientras que, para el mismo mes, el MinCIT dijo que “continuó el aumento de número de visitantes no residentes”.

Efectivamente, así ocurrió en ambos casos. De acuerdo con Anato, las variaciones anuales en la salida de viajeros nacionales hacia destinos internacionales se dieron de la siguiente manera: enero (+21 %), febrero (+8 %), marzo (+6 %) y abril (-7 %). En abril pasado salieron del país 389.372 colombianos, mientras que en abril del 2022 lo hicieron 413.704, señalan las estadísticas de Migración Colombia.

Pero abril también fue un mes supremamente positivo para el turismo internacional, señala el MinCIT en un comunicado emitido la semana pasada. En este periodo llegaron a Colombia 415.993 visitantes no residentes, un aumento del 13 % frente a abril de 2022 y del 17% frente al mismo mes de 2019. En el primer cuatrimestre de 2023, sumando pasajeros de cruceros y colombianos residentes en el exterior, Colombia registró 1.843.631 de llegadas internacionales, un 41,2% por encima de 2022.

En abril el MinCIT también destacó el incremento del 12 % del ingreso de visitantes a Parques Nacionales (558.895 personas realizaron actividades de ecoturismo en los escenarios naturales habilitados para ese propósito); y el papel del turismo en la disminución del desempleo, con un incremento de 196.000 ocupados en el sector de alojamiento y servicios de comida.

Por esos mismos días, Anato ponía el énfasis en el gran problema del turismo este año: la conectividad aérea doméstica. Señaló el gremio que, en mayo, en comparación con abril de 2023, apenas se recuperaron 35 frecuencias semanales directas, es decir, un 1%. Al contrastarse mayo de 2023 con el mismo mes del año anterior, se reportaron 865 frecuencias menos, lo que equivale a una caída del 15%.