La icónica ciudad italiana sigue en su empeño por frenar el turismo excesivo que la azota hace varios años y sus impactos negativos. Por ello, a partir de junio, impondrá nuevas restricciones a los grupos de turistas.
A partir del 1° de junio de este año, el turismo cambiará en la ciudad de Venecia. Como parte de sus esfuerzos para reducir los efectos negativos del exceso de turismo, el Ayuntamiento de Venecia ha aprobado una resolución para reducir el número de personas en un grupo acompañado por guías turísticos a 25 miembros, la mitad de un bus turístico.
Asimismo, se prohibirá el uso de altavoces que puedan causar confusión y la parada en calles estrechas, puentes o lugares de paso. Estas medidas aplicarán en el centro histórico de la ciudad y las islas de Murano, Burano y Torcello.
El concejal de Turismo, Simone Venturini, ha destacado que es una medida destinada a mejorar y gestionar mejor el turismo en Venecia, que garantice un mayor equilibrio entre “las necesidades de quienes viven la ciudad, ya sea como residentes o como trabajadores, y las de quienes vienen a visitarla”.
Por su parte, la concejala de Seguridad, Elisabetta Pesce, afirmó: “se trata de una medida importante destinada a mejorar la gestión de los grupos organizados en el centro histórico, promoviendo el turismo sostenible y garantizando la protección y la seguridad de la ciudad”.
Venecia, ciudad Patrimonio de la Humanidad declarado por la UNESCO, recibe unos 20 millones de visitantes anuales en una superficie de 414 km², por lo que es uno de los 55 sitios incluidos por la misma UNESCO en la lista 2023 de Patrimonio en peligro.