Con vuelos chárter todos los sábados de Madrid a Luxor, regreso de El Cairo a Madrid y vuelo interno incluido, este programa se revela como la manera más completa y exclusiva de conocer la antigua civilización egipcia.
Se trata de un itinerario de ocho días, exclusivo de UGA Turismo. El viaje incluye todas las comidas y una conveniente conexión aérea desde y hacia Madrid (con Egipto, por supuesto), además del vuelo interno Aswan-El Cairo, que hace toda la experiencia mucho más ágil y amena; sin olvidar la tranquilizadora asesoría migratoria a la llegada a Luxor por parte del equipo de UGA y la posibilidad de elegir distintas categorías de hotel.
La aventura inicia el sábado en Luxor, en donde los pasajeros se embarcan y cenan sobre las aguas del Nilo. Así, el domingo muy temprano comienzan a lo grande con la visita al tempo más grande de Egipto: los templos de Karnak, con su avenida de carneros y 132 emblemáticas columnas.
Luego viene el Templo de Luxor con su famosa avenida de esfinges, que construyeran hace más de 3000 años Amenofis III y Ramsis II. Este es el día del Valle de los Reyes (la visita incluye las tres tumbas más famosas), del templo de Hatshepust y los Colosos de Memnon. Luego de esta sobredosis de antigüedad, los viajeros navegan hacia Esna y llegan a Edfu, para pasar la noche a bordo.
El día tres los cruceristas visitan el Templo de Horus para apreciar su conservado santuario y mítica barca ceremonial. Luego navegan hacia Kom Ombo para visitar los Templos de Sobek, el dios de cabeza de cocodrilo que simboliza la fertilidad del Nilo y de Haroeris, el dios Halcón el mayor. Y así, luego de estos encuentros zoomorfos, navegan hacia Aswan en donde pasan la noche a bordo.
El día cuatro arranca muy temprano, a las 5:00 a.m., ya que el trayecto hacia Abu Simbel tarda tres horas. Y una vez allí, a bordo de un vehículo privado con aire acondicionado, los viajeros se preparan para disfrutar de una de las obras maestras del antiguo Egipto: El Templo de Ramsés II y el gran templo de Abu Simbel también llamado el Templo del Sol de Ramsés II.
Así, luego de pasar la última noche a bordo en Aswan —y de dar un paseo en faluca por las islas— los viajeros desembarcan del crucero, visitan la alta presa y toman un vuelo rumbo a El Cairo.
El día seis no es menos interesante con la visita a las Pirámides de Giza, la gran pirámide de Keops, las pirámides de kefren y Micerinos y la Esfinge esculpida en la roca. Toda una experiencia que se complementa al día siguiente con la visita al Museo Egipcio y a algunos de los escenarios más fascinantes de la capital egipcia como la Mezquita de Mohamed Ali. Y así llega la última noche, con la satisfacción espiritual de haber visitado este país como mandan los antiguos dioses.
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