Los intensos sabores de la llanura amazónica, rodeados por una vasta diversidad de fauna, entre ríos y cascadas poderosas, más las visiones distintas de las culturas indígenas y afro hacen parte del rico panorama turístico que ofrece Putumayo a los viajeros.
Podría decirse que Putumayo es el exponente perfecto de la biodiversidad de Colombia: aves, primates y herpetos verdaderamente auténticos, ríos caudalosos aptos para deportes de aventura, una infinidad de cascadas impresionantes, diversidad de culturas indígenas y afro; y una historia de resiliencia que genera admiración. Un recorrido por este departamento es tan enriquecedor y emocionante, que, como dicen los locales, “quien visita Putumayo no regresa igual”.
Cada vez es más fácil llegar al destino: Satena ha dispuesto más opciones de vuelos desde Bogotá, Cali, Puerto Leguízamo y Villagarzón hacia Puerto Asís. Además, la conexión entre los departamentos Putumayo y Cauca se puede hacer vía terrestre y acuática. Más allá de esta accesibilidad, se está articulando una oferta turística que busca potenciar todos sus atractivos para atraer más viajeros y convertir al turismo en promotor de desarrollo.
Adicional a la belleza paisajística de este territorio, es fundamental la calidez de su gente, quienes han venido transitando por los caminos del turismo rural, comunitario y regenerativo, para ofrecer lo mejor a viajeros y cultivar un departamento lejos de la violencia y los cultivos de coca destinados al narcotráfico. Putumayo hoy es un territorio seguro y transitable, al que el programa Destino Naturaleza de Usaid y la aerolínea Satena desean darle mayor visibilidad.
Así las cosas, Rèport Colombia tuvo la oportunidad de explorar el destino de la mano de estas dos organizaciones y conoció las oportunidades que le brinda a los viajeros de degustar su exquisita gastronomía con auténticos frutos de la llanura amazónica, compartir con comunidades indígenas y afros, y disfrutar de los ríos y pozos de agua dulce.
Paraíso de deportes y aventura
Navegar en los ríos Mocoa y Caquetá es un plan indiscutible para los amantes de la aventura. Desde Puerto Limón, Putumayo, hasta El Paujil, Cauca, el viaje en lancha es de aproximadamente 25 minutos y permite avistar paisajes únicos que resaltan imponentes montañas, cascadas y aves.
Luis Carlos Paredes, guía profesional de turismo de Sumaselva Travel, detalló: “En este territorio es posible avistar monos aulladores, monos ‘bozo de leche’, aves como el trogón dorsiverde y una gran cantidad de peces, entre las que destaca al pirarucú, uno de los más grandes de agua dulce, que puede medir incluso tres o cuatro metros de largo”.
En estos departamentos, las caminatas son mágicas y conducen a ricas fuentes de agua como la cascada La Honda, que tiene una altura de 35 metros, y los pozos Sardinas y Piedra Cuadrada. En todos estos lugares es posible disfrutar de un refrescante baño en aguas cristalinas.
Cabe destacar que los ríos Mocoa y Caquetá también son el escenario perfecto para disfrutar de deportes extremos como el rafting y de actividades como el tubbing, en donde los viajeros pueden deslizarse por aguas calmadas pero también en los denominados ‘rápidos’, donde la adrenalina alcanza a otro nivel.
Una inmersión en el avistamiento de fauna
Ver cómo cada animal disfruta de su hábitat en libertad es un espectáculo único. En Amazon Birds, en Puerto Asís, esta experiencia es posible. En esta reserva, los viajeros podrán disfrutar del turismo de naturaleza a través de diferentes senderos y humedales, que permiten también avistar aves como carpinteros, cotingas, tangaras y trogones. La diversidad de primates también es llamativa: allí habita el titi pigmeo, que, de acuerdo con el guía profesional de turismo, Fleyder Muriel, “es el mico más pequeño del mundo. Cuando están adultos pueden ser tan grandes como la palma de una mano, así que cuando son crías su tamaño es aún más diminuto”. Se recomienda el uso de binoculares para esta actividad.
El Centro Experimental Amazónico (CEA), creado en 1986, tiene como objetivo promover el respeto por la fauna silvestre y cuidar de aquellas especies que han sido víctimas del tráfico. Al interior de este espacio se encuentra el Parque Suruma, que en lengua indígena Uitoto hace referencia a las dantas, icónicos animales amazónicos.
En este lugar de conservación, ubicado en Mocoa, se avistan primates, felinos, aves, peces y reptiles. Uno de los ejemplares más llamativos es el jaguar albino, que lleva ocho años en el CEA tras ser víctima del tráfico de fauna silvestre cuando tan solo tenía cuatro meses. De acuerdo con la guía profesional de turismo del CEA, Carolina Urrego, “algunas especies rescatadas pueden volver a su hábitat natural; sin embargo, otras deben quedarse porque compartieron mucho tiempo con los seres humanos y son dependientes, o porque no estuvieron el debido tiempo cerca a sus madres y no aprendieron habilidades como la caza”.
El Centro Experimental Amazónico es ideal para apreciar la naturaleza y concientizar a las personas del gran daño, y muchas veces irreversible, que se le hace a un animal silvestre cuando se trafica o se tiene como mascota.
En el CEA habita la tortuga morrocoya, que puede vivir hasta 100 años, también se encuentran animales como tigres, ocelotes, tucanes, guacamayas, monos aulladores, micos maiceros, anacondas, peces, dantas y más. No obstante, la variedad de especies a observar en Putumayo es mucho más amplia. En Villagarzón, por ejemplo, hay un espacio para realizar un tour de herpetos: la Reserva Natural Portal del Sol. Aquí es posible adentrarse de noche en el bosque para observar otro tipo de animales, algunos no visibles durante el día, que incluyen arañas, tarántulas, grillos, sapos, hormigas, libélulas, peces, entre otras especies.
Esta última reserva, que a la vez es un alojamiento, también cuenta con senderos para realizar caminatas para conectar con la naturaleza, que culminan en la cascada Mohano, una de las más bellas del departamento que fascina por sus aguas dulces y cristalinas.
Resguardo Indígena Inga
En Puerto Limón se encuentra el Resguardo Indígena Inga, en el habitan más de 956 personas. Esta comunidad lucha por preservar su cultura y saberes ancestrales, y abre sus puertas a los turistas para darla a conocer.
Ruby Mutumbajoy es una de sus mujeres líderes de la comunidad y se refirió a algunos de los símbolos más emblemáticos para los Ingas, como el jaguar: “nuestros antepasados cuando iban a cazar o a buscar medicinas se transformaban en jaguares y nosotros los conocemos como ‘mohanos’”.
Además, destacó que el tucán y la libélula tienen un rol muy importante. El primero es considerado como el pájaro mensajero, puesto que avisaba cuando se avecinaban personas. Por su parte, la libélula es considerado un símbolo de limpieza, ya que solo se encuentra en los arroyos y ríos que no están contaminados.
En este resguardo, la maloca es un espacio sumamente importante y digno de respeto, ya que es donde se unen las familias y la comunidad para compartir y tomar decisiones relevantes. En el centro de la maloca se encuentra la tulpa, que es donde se prende el fuego y el lugar de encuentro, lo que lo vuelve en un espacio muy significativo.
Por último, Mutumbajoy se refirió a la luponia, “esta flor es utilizada para las depuraciones del quiosco y para ocasiones especiales como la celebración de Santa Lucía y la de la Virgen de las Lajas”.
Una travesía al Fin del Mundo
El Fin del Mundo es uno de los mayores atractivos de Putumayo. Para llegar a la inmensa cascada que lleva el mismo nombre, se debe recorrer un sendero de tres kilómetros, en los cuales se avistarán paisajes increíbles, animales en su hábitat natural y se pasará por increíbles pozos para nadar, hacer saltos y disfrutar de un refrescante baño en aguas cristalinas, como es el caso del Pozo Negro y el Pozo de las Golondrinas. El final del recorrido es una enorme cascada de 80 metros con una vista espectacular del paisaje circundante.
Aleida Agredo, guía profesional de turismo de la Corporación Turística Fin del Mundo, se refirió al nacimiento de este atractivo turístico en el 2017: “La corporación nace con el objetivo de preservar el ambiente y evitar la contaminación, ya que, por la falta de control, los turistas solían dejar mucha basura tras sus visitas. La corporación quiere promover las buenas prácticas y, así mismo, apoyar la economía local. Por ello, los restaurantes que hacen parte del sendero son de habitantes de la comunidad”.
Agredo hizo una mención especial a Jesús Guaca, fundador de este atractivo turístico y denominado como el “pionero del turismo en el Putumayo”.
Sin duda alguna, Putumayo es un destino paradisiaco y enriquecedor que ofrece una amplia oferta de planes turísticos. Para recorrer este territorio y vivir la mejor experiencia de aventura, naturaleza y gastronomía, está el turoperador Yaco Xtreme, que brindará acompañamiento permanente a los viajeros y los llevará a conocer lo mejor de la llanura amazónica.