A pesar del crecimiento del mercado aéreo doméstico —que no necesariamente refleja el comportamiento de la actividad turística— el indicador de la ocupación hotelera en la temporada de vacaciones de mitad de año continuó disminuyendo respecto al gran pico del 2022.
Según el reporte de Cotelco para este periodo, la ocupación hotelera durante los meses de junio y julio de 2024 se ubicó en 56,31 %, lo que significó una disminución de -3,46 puntos porcentuales (p.p.) en comparación con mismo período de 2023.
Las únicas regiones que tuvieron comportamientos de ocupación hotelera positiva en ambos meses, respecto a 2023, fueron Magdalena y Cesar. Las regiones con comportamientos más bajos, en comparación de 2023 fueron Quindío, Cauca, Huila, Risaralda, Boyacá, Santander, Antioquia, Cartagena y Casanare.
El caso de San Andrés y Providencia sigue preocupando. Respecto a 2022, este departamento tuvo un drástico descenso en junio (-17,4 p.p.) y en julio (- 21,2 p.p.). En realidad, frente al gran pico del 2022 todos los indicadores cayeron al año pasado y, por supuesto, este 2024. En 2022, la ocupación de junio y julio fue de 63 %.
Para el gremio hotelero, el indicador de ocupación no solo refiere estrictamente las habitaciones ocupadas en una plaza particular del país, también es indicativo de cómo se está comportando la demanda del producto turístico en los destinos. Así las cosas, la reducción de la ocupación, que ya completa dos temporadas desde 2022, es una clara muestra de la necesidad de reactivar el turismo por el país, más allá de los números gruesos del transporte aéreo.
“Es esencial implementar políticas desde una ley de fomento al turismo que promueva el alojamiento turístico formal, que cumple con las normativas locales, genera empleo y dinamiza la economía”.
José Andrés Duarte, presidente ejecutivo de Cotelco.
Entre los meses de junio y julio de 2024, cada establecimiento en promedio contaba con 67 habitaciones disponibles y, en promedio, cada establecimiento pudo ocupar 38 habitaciones. Es decir, en promedio, 29 habitaciones se dejaron de ocupar en cada establecimiento durante la temporada de vacaciones.
De acuerdo con el directivo gremial, se necesitan medidas concretas, como alivios tributarios para los hogares colombianos, garantizar la seguridad en las regiones y en los desplazamientos por las vías, y abordar los altos niveles de informalidad en el sector.
“Este es un reto que debe ser asumido tanto a nivel nacional como local, para fortalecer el encadenamiento productivo y la generación de empleo en el sector turístico”, concluyó.