Según las cuentas del Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC), en 2024 la contribución total del sector al PIB mundial superará su nivel de 2019, con 11,1 mil millones de dólares (o el 10% del PIB mundial).
La actualización del Informe de Tendencias de Impacto Económico de 2024 (EITR) del WTTC señala que la contribución del sector de viajes y turismo al PIB mundial crecerá 12,1 % respecto al año pasado, pasando de 9,9 billones estadounidenses en 2023 a 11,1 en este 2024.
Según el WTTC, este aporte representa el 10 % del PIB mundial y es superior a lo registrado en 2019 en términos monetarios. Sin embargo, la representatividad del turismo en la economía global será menor este año (10 %) que en 2019, cuando pesó 10,4 %, basicamente por el terreno que pudieron haber ganado otras industrías.
Las previsiones contemplan que este año otras 44 economías se encuentren, al menos, en el 99% de los niveles de 2019 de la contribución del sector al PIB, lo que eleva el total a 142 economías.
“También se espera que el sector respalde casi 348 millones de puestos de trabajo; un aumento de 13,6 millones con respecto a su récord de 2019”, afirma en su editorial Julia Simpson, presidenta y directora del organismo.
Según los cálculos del WTTC, en 2023 el sector posibilitó 330 millones de empleos, un crecimiento de +9,1 % respecto al 2022, con 27 millones de puestos más. Este año, los puestos de trabajo adicionales frente al 2023 serían 18 millones (+ 5,5 %).
Cabe señalar que, para la elaboración de sus cálculos, el WTTC utiliza una metodología que tiene en cuenta los impactos directos (aerolíneas, hoteles, agencias, cruceros, etc.), indirectos (producción de alimentos, marketing, etc.) e inducidos (infraestructura, agricultura, tecnología, bienes raíces, comunicaciones, educación, bancos, atención médica y más).
“El futuro es muy brillante. Eso no significa que no habrá riesgos, ya sea inestabilidad geopolítica o inflación persistente”, señala la directora. En efecto, el informe refiere que, si bien la disminución de los precios de la energía y los alimentos aliviaron la crisis del costo de vida, la inflación de los servicios sigue siendo persistente y ha caído con menos rapidez.
“El aumento de la deuda pública también es motivo de preocupación, ya que reduce el margen fiscal. En 2023, la deuda pública mundial (incluidas las deudas de los gobiernos central, estatal y local) aumentó a un récord de 97 billones de dólares. Las tasas de interés más altas han exacerbado aún más el problema”, señala el informe y argumenta que, ante este panorama, los gobiernos podrían realizar ajustes fiscales que sacrifiquen la inversión pública y, con ello, proyectos de infraestructura que beneficien al sector turístico.
“Además, la escalada de tensiones geopolíticas podría alterar las cadenas de suministro y crear incertidumbres. A pesar de estos desafíos, el sector obtendrá buenos resultados”, apunta el informe.
¿Qué pasa en Latinoamérica y el Caribe?
En 2023, el sector de viajes y turismo en Latinoamérica representó el 7,8% del PIB de la región con una contribución económica de 367.400 millones de dólares; una cifra ligeramente superior a la prepandemia. Asimismo, el empleo en la región superó el valor de 2019 con 17,3 millones de empleos (una participación del 8,1% del total).
Para 2034, se prevé que la contribución total del sector al PIB de la región aumente a 497.500 millones de dólares, lo que sustentará 22,4 millones de puestos de trabajo.
En el Caribe, por el contrario, se prevé que la contribución del sector a la economía aumente un 7,4% hasta alcanzar los 91.200 millones de dólares —el 11,5% de la economía regional—, lo que sitúa al sector un 2,8% por debajo del nivel de 2019. “Se espera una recuperación total en 2025, lo que convertirá al Caribe en la última región en hacerlo”, apunta el informe.