El lanzamiento del nuevo sistema de control fronterizo de la Unión Europea ya no tendrá lugar este 10 de noviembre.
El lanzamiento del Sistema de Entradas y Salidas (EES por sus siglas en inglés) de la Unión Europea estaba previsto inicialmente para el año 2022. Numerosos contratiempos y dificultades han retrasado continuamente su llegada por cerca de dos años, y esta situación se repitió la semana pasada cuando Ylva Johansson, comisaria europea de Asuntos de Interior, admitió que el 10 de noviembre, el último término anunciado, ya no sería la fecha de implementación del EES.
En un encuentro con los ministros de interior de la Unión Europea, Johansson admitió que en noviembre ya no sería posible implementar el sistema luego de que Alemania, Francia y los Países Bajos expresaran que la infraestructura no está lista debido a que no se habían realizado pruebas en vivo. Asimismo, la agencia a cargo de la infraestructura informática que recopilará los datos EES, eu-LISA, también tenía preocupaciones sobre la “resiliencia del sistema”
Estos tres países, de hecho, son responsables de alrededor del 40 % del tráfico de viajeros no pertenecientes a la UE/Schengen gracias a los centros aeroportuarios de París, Ámsterdam y Frankfurt, así como la concurrida frontera de Francia con el Reino Unido.
Asimismo, la comisaria Johansson discutió “la posibilidad de un enfoque gradual” con algunos puntos de cruce fronterizos, pero no un despliegue “a lo grande” en todo el espacio Schengen al mismo tiempo. Sin embargo, no se anunció otra fecha para su lanzamiento.
El EES está pensado para funcionar con otras herramientas fronterizas de la UE, como el futuro Sistema Europeo de Información y Autorización de Viajes (ETIAS). Por lo tanto, el retraso del EES también podría retrasar la puesta en marcha del ETIAS, prevista para principios de 2025.
La implementación del Sistema de Entradas y Salidas implicará despedirse del sello de los pasaportes y, en cambio, permitirá el control de ingreso digital de los pasajeros que entren en el territorio de la Unión Europea para estancias cortas, independientemente de si necesitan visado o no. El sistema, disponible en todas las puertas de ingreso del territorio, registrará el nombre del viajero, el tipo de documento de viaje, los datos biométricos (sus huellas dactilares e imágenes faciales) y la fecha y el lugar de entrada y salida de la UE. Asimismo, registrará las negativas de ingreso.
Según revelaron algunos medios, los retrasos son consecuencia de los numerosos desafíos técnicos que genera la integración del sistema a través de las fronteras de muchos países, junto con el elevado número de viajeros, y, a su vez, la necesidad de garantizar la fiabilidad y seguridad del sistema mientras que se mantiene la eficiencia de los cruces fronterizos.