Con una propuesta innovadora que combina confort, cercanía y sentido de lugar, Dolores irrumpe en la escena gastronómica de la capital colombiana como el primer restaurante de “lujo informal” en el país.
Fundado por dos chefs formados en prestigiosas instituciones gastronómicas europeas, Dolores redefine la alta cocina desde una perspectiva contemporánea, emocional y profundamente conectada con el territorio.
“Queremos que cada comensal se sienta como en casa, atendido con profesionalismo, calidez y atención al detalle. Al mismo tiempo, apostamos por retomar los rituales que hacen especial el acto de sentarse a la mesa: el respeto por el tiempo, la conversación y el placer de compartir”, explicó Paula Harker, una de los dos chefs fundadores el proyecto.



La carta de Dolores interpreta la herencia gastronómica de la alta cocina europea con los más altos estándares de servicio. La carta propone una experiencia gastronómica que rinde homenaje a los grandes clásicos, reinterpretando la experiencia del ‘fine dining’ desde un enfoque más libre y actual.
Entre los platos se destacan un risotto de cangrejo, un consomé de langosta, y un cordero con avellanas y regaliz; todos elaborados con técnicas clásicas, estética contemporánea y productos locales de excelencia. Esta fusión entre tradición europea y materia prima colombiana posiciona a Dolores como un modelo de alta cocina con identidad y arraigo.
Ubicado en el barrio El Nogal (al lado del costado norte del Gimnasio Moderno), en una casa atemporal con sentido de hogar, Dolores destaca por un diseño que combina modernidad, sencillez y lujo.

Una respuesta
Excelente restaurante y único en Bogota. Comida deliciosa, servicio excelente y un espacio muy bien montado con sencillez y buen gusto