La aerolínea de bajo costo asegura continuidad en su operación mientras enfrenta un nuevo proceso de reestructuración financiera.
Spirit Airlines anunció que volvió a solicitar protección por bancarrota bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, la segunda vez que recurre a este mecanismo en menos de un año. A pesar del nuevo proceso judicial, la compañía aseguró que sus operaciones no se verán interrumpidas, incluyendo los vuelos internacionales hacia y desde Colombia.
Actualmente, Spirit Airlines opera vuelos directos entre Estados Unidos y varias ciudades colombianas, como Bogotá, Medellín, Cartagena, Barranquilla y Cali. Estos trayectos seguirán funcionando con normalidad, al igual que el uso de boletos adquiridos, millas acumuladas y beneficios del programa de lealtad, según confirmó la compañía.
Segunda bancarrota en menos de un año
La solicitud formal fue presentada por Spirit Aviation Holdings Inc., la matriz de la aerolínea, ante el Tribunal de Bancarrota del Distrito Sur de Florida. La empresa ya había recurrido al mismo proceso en noviembre de 2024, del cual salió en marzo de 2025. Sin embargo, Dave Davis, director ejecutivo admitió que los desafíos financieros persisten: “Ha quedado claro que hay mucho más trabajo por hacer”.
Esta nueva solicitud de protección tiene como objetivo reestructurar la deuda, rediseñar la red de operaciones y ajustar la flota, en un esfuerzo por hacer viable el negocio a largo plazo. La compañía tiene actualmente una deuda a largo plazo de 2400 millones de dólares y reportó un flujo de caja negativo de 1000 millones al cierre del segundo trimestre de este año.

Reestructuración operativa y recortes
Como parte del nuevo proceso, Spirit Airlines anunció una serie de medidas de ajuste: suspenderá a unos 270 pilotos y degradará a aproximadamente 140 capitanes a primeros oficiales a partir de octubre y noviembre del presente año. También evalúa la venta de aeronaves e inmuebles para obtener liquidez, a pesar de contar con una flota relativamente joven, cabe destacar que los intentos de compra de JetBlue y Frontier fracasaron.
En su mensaje oficial, la compañía reiteró que su prioridad es mantener la continuidad operativa y proteger los intereses tanto de pasajeros como de empleados. “Nuestros clientes seguirán volando y utilizando nuestros servicios sin cambios en sus itinerarios”, aseguró la empresa, indicando que los vuelos programados se mantendrán sin alteraciones.