Los gremios Cotelco y Anato manifestaron su preocupación por aumento del 23 % en el salario mínimo para 2026, anunciado por el Gobierno Nacional el pasado lunes 29 de diciembre.
Luego de días de expectativa, el presidente de la República, Gustavo Petro, anunció que el aumento del salario mínimo para 2026 será del 23 %, lo que constituye el ajuste más elevado realizado para un periodo en la historia reciente. Salario mínimo y turismo
Así, el monto mínimo que recibirá un trabajador formal pasará de 1.423.000 pesos en 2025 a 1.750.000 pesos en 2026. A esto se suma el auxilio de transporte, lo que arroja un total de dos millones de pesos de salario mínimo para el año entrante. Salario mínimo y turismo
En el sector turismo, en particular, el anuncio fue recibido con preocupación dado los efectos que pueda tener en las pequeñas y medianas empresas que componen en grueso del tejido empresarial en Colombia. En el caso de los alojamientos, el pronunciado incremento se suma a los nuevos recargos laborales que ya han entrado en vigencia, así como a los altos costos de la energía y el gas.
“Es una muy mala noticia. Un incremento superior al 23 % va a terminar impactando de una manera muy significativa la estructura de costos en nuestro sector. Este es un sector intensivo en mano de obra en el que cerca el 70 % de sus trabajadores son del equipo operacional”
José Andrés Duarte, presidente de Cotelco.
El lider gremial recordó que los ingresos reales de los alojamientos vienen marcando negativo en los últimos dos años, según he revelado la Encuesta Mensual de Alojamiento del DANE. “Esta decisión genera una profunda preocupación para miles de empresas y trabajadores del país alejándonos de una conversación fundamental y es la de disminuir la informalidad laboral”, apuntó.
Por el lado de las agencias de viajes la preocupación no es menor. Desde Anato señalaron que la magnitud de este incremento genera efectos negativos que trascienden el ámbito laboral y afectan de manera directa la sostenibilidad de sectores estratégicos como el turismo receptivo.
Si bien la protección del poder adquisitivo de los trabajadores es un objetivo legítimo, un aumento cercano al 23% supera ampliamente los escenarios técnicos previstos por el sector, que se ubicaban entre el 8% y el 12%, rompiendo cualquier marco razonable de planeación financiera empresarial, apuntaron desde el gremio de agencias.
“El turismo es un sector intensivo en empleo formal y encadenamientos productivos. Las decisiones en materia salarial deben basarse en datos técnicos, productividad y realidades de mercado, no en impulsos que terminan debilitando el tejido empresarial que sostiene el empleo y la competitividad del país”
Paula Cortés Calle, presidente de Anato.
Salario mínimo y turismo: tres impactos para el receptivo

De acuerdo con Anato, para el turismo receptivo este ajuste tiene un impacto particularmente delicado por tres razones principales. En primer lugar, la ruptura de la planeación contractual, ya que el sector opera con ciclos largos: tarifas, reservas y contratos con mayoristas internacionales para 2026 fueron cerrados bajo proyecciones macroeconómicas distintas, lo que hoy desestructura costos ya comprometidos.
En segundo lugar, se configura un doble choque económico. Al incremento abrupto de los costos laborales se suma un tipo de cambio cercano a los 3.700 pesos, que reduce el valor real de los ingresos en dólares. Las empresas exportadoras de turismo, especialmente las DMC, enfrentan así una presión simultánea sobre sus costos y su rentabilidad, perdiendo competitividad frente a otros destinos de la región y poniendo en riesgo el posicionamiento internacional que Colombia ha venido construyendo.
Finalmente, el gremio advirtió sobre los efectos macroeconómicos adversos de una medida de esta magnitud. Un aumento desconectado de la productividad puede generar nuevas presiones inflacionarias y encarecer la contratación formal, incentivando el desempleo y empujando a las pequeñas y medianas empresas hacia la informalidad. Salario mínimo y turismo
Piden medidas para no afectar el empleo formal

Desde Cotelco Magdalena el anuncio fue recibido aún con mayor preocupación, dada la gran proporción que representa la parahotelería en Santa Marta; una oferta informal que compite sin asumir las cargas laborales, tributarias y regulatorias que sí enfrenta el sector formal.
Para este capítulo gremial, el aumento del 23 % del salario mínimo incrementa los costos operativos, profundiza la brecha con la informalidad y pone en riesgo la sostenibilidad del empleo formal en uno de los sectores más importantes para la economía de la capital del Magdalena.
“El incremento del salario mínimo tiene un efecto inmediato sobre nuestra estructura de costos. En un sector que depende del recurso humano para garantizar la calidad del servicio, este tipo de decisiones, si no vienen acompañadas de medidas de alivio, afectan directamente la sostenibilidad del empleo formal”, señaló Omar García Silva, presidente ejecutivo de Cotelco Magdalena.
De acuerdo con García, el aumento del salario mínimo tendrá un efecto multiplicador sobre otros costos operativos como insumos, servicios, transporte y logística, presionando la inflación desde el inicio del año. Esta situación reduce los márgenes de operación, limita la capacidad de inversión del sector y termina impactando el precio final que paga el visitante.
Así las cosas, el llamado desde el capítulo gremial al Gobierno Nacional es implementar medidas de alivio para los sectores intensivos en empleo, como incentivos tributarios, reducción de cargas no salariales y acciones contundentes contra la informalidad, que hoy representa uno de los principales obstáculos para la formalización y la generación de empleo de calidad.
“El turismo no solo es una actividad económica; es un tejido social que sostiene comunidades enteras. Proteger al sector hotelero y turístico es proteger miles de empleos formales y la estabilidad económica de Santa Marta y el Magdalena”, concluyó el presidente ejecutivo de Cotelco Magdalena.




