Este mes, la aerolínea conmemoró dos décadas de operaciones en Colombia, un aniversario marcado por los números positivos en sus operaciones en el país.
En 2004, Air Canada comenzó sus operaciones en Colombia con el objetivo de facilitar la conectividad entre ambos países. Durante estas dos décadas, la compañía ha sido testigo de una positiva evolución en las relaciones turísticas y económicas entre ambos países y se ha caracterizado por ofrecer una alta calidad de servicio a precios competitivos.
Rocky Lo, director general de ventas globales de Air Canada, destacó la importancia del mercado colombiano para la aerolínea: “Dentro de nuestro plan de expansión, Colombia se ha convertido en un hub esencial para Air Canada. Desde Bogotá, operamos en una región que muestra un crecimiento constante en el número de pasajeros, lo que nos brinda perspectivas positivas para expandir nuestras operaciones a mediano plazo”.
En términos de cifras, la compañía ha mantenido un crecimiento constante en el mercado colombiano. Al comparar el primer cuatrimestre de 2023 con el mismo periodo de 2024, se observa un incremento del 21 % interanual al pasar de 14.319 pasajeros transportados a 17.324.
“Nuestros vuelos a Montreal y Toronto conectan a los colombianos con el mundo, proporcionando una conectividad excepcional hacia Europa y Asia. Estamos comprometidos a fortalecer nuestra oferta en la región, con aviones de última generación y un servicio de primer nivel hacia Norteamérica y el resto del mundo”, agregó Lo.
Los vuelos entre Canadá y Colombia se realizan a bordo de una aeronave Airbus 330-300 con 285 sillas en dos clases: Economy y Premium Economy, esta última con servicios superiores como un asiento reclinable a 172 grados, servicios de comidas y maletas incluidas, así como un servicio preferencial desde el counter del aeropuerto.
Cabe destacar que Air Canada ha enfocado sus esfuerzos en la eficiencia y sostenibilidad, ratificados con un pedido de 18 aviones 787-10 Dreamliner, con la opción de adquirir 12 unidades adicionales. Esta decisión representa un hito clave en la estrategia de la aerolínea para reducir sus emisiones de carbono y expandir su red global de rutas, con un enfoque especial en Asia, Europa y Medio Oriente.
