Tras la crisis entre Israel e Irán, autoridades de diferentes países confirmaron el cierre de sus aeropuertos. El cierre de espacios aéreos y la suspensión masiva de vuelos comerciales afectan gravemente las conexiones entre Europa, Asia y Oriente Próximo.
El tráfico aéreo en Oriente Próximo enfrenta una de sus crisis más severas en los últimos años, luego del recrudecimiento del conflicto entre Israel e Irán. Desde el pasado 12 de junio de 2025, una amplia porción del espacio aéreo regional fue cerrada al tráfico civil, lo que ha generado suspensiones, desvíos y cancelaciones masivas de vuelos.
Las autoridades de Israel, Irán, Irak y Jordania confirmaron el cierre de sus respectivos espacios aéreos, y aeropuertos clave como Ben Gurion (Tel Aviv), Mehrabad (Teherán) y Bagdad permanecen fuera de servicio para vuelos comerciales desde el 16 de junio.
Las principales aerolíneas internacionales han tomado medidas urgentes para adaptar sus operaciones a la situación y suspendieron sus vuelos a los países de la región. Se trata tanto de las compañías locales (El Al, Israir o Arkia) como los grandes grupos internacionales (desde Emirates hasta Lufthansa). En algunos casos, las suspensiones ya fueron anunciadas por mucho tiempo. Swiss, por ejemplo, informó que no volverá a operar en Tel Aviv antes del 25 de octubre.
Además, las rutas aéreas que habitualmente sobrevuelan Oriente Próximo han debido ser desviadas, lo que implica mayores tiempos de vuelo y costos operativos para las aerolíneas. La región de Oriente Próximo es un corredor aéreo crucial que conecta Europa con Asia y Oceanía. El cierre simultáneo de varios espacios aéreos complica no solo los vuelos con destino u origen en la región, sino también el tráfico de sobrevuelo intercontinental.
La situación es extremadamente dinámica, y no hay hasta el momento una fecha oficial para la reapertura generalizada del espacio aéreo. Las autoridades locales y organismos internacionales como la OACI siguen de cerca la evolución del conflicto.
Las compañías afectadas han activado políticas de reembolso y cambios sin penalidad, pero recomiendan a los pasajeros consultar directamente con su aerolínea antes de dirigirse al aeropuerto, verificar el estado de su vuelo en tiempo real a través de plataformas o por medio de la agencia que les vendió el pasaje y sobre todo considerar itinerarios alternativos o reprogramaciones fuera de la región afectada.
La crisis de Oriente Próximo se suma un nuevo golpe a la aviación global, ya afectada por tensiones geopolíticas, riesgos cibernéticos y alza de costos operativos. Esta vez, la incertidumbre sobre la seguridad en el espacio aéreo deja en evidencia la vulnerabilidad del transporte aéreo frente a conflictos regionales.