El esperado encuentro del presidente Gustavo Petro y su ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña, con el gremio de las agencias de viajes, tuvo lugar ayer en el Ágora Bogotá ¿Qué se dijeron los protagonistas de este inédito y primer acercamiento?

Mientras el discurso de la presidenta de Anato, Paula Cortés Calle, estuvo estratégicamente alineado para identificar puntos de encuentro con el nuevo Gobierno Nacional en materia de turismo, la intervención del presidente Petro fue, principalmente, una disertación sobre el potencial del sector en el marco de una política de paz y una transición energética, lo cual no está exento de enormes desafíos.

El primer mandatario no se refirió a las solicitudes puntuales de la líder gremial, pero aclaró, de entrada, que dichas conclusiones serán discutidas dentro del Gobierno. Por su parte, el ministro Umaña, en el marco de la discusión de la reforma tributaria, le dejó bastante claro al auditorio cuáles son las prioridades del Ejecutivo en materia de inversiones. En ambos casos, como suele ocurrir en las nuevas administraciones, se evidenció un desconocimiento del sector como “sistema complejo”.

“Yo no soy un gran conocedor del tema (…) no conozco mucho los intríngulis de los negocios que tienen que ver con el turismo”, señaló con inusitada honestidad el primer mandatario. Y probablemente así fue intuido por la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, que en su intervención previa instó al presidente a apoyar decididamente al sector.

Los primeros acercamientos pasaron entonces, necesariamente, por hacerle conocer al presidente Petro qué es la Asociación Colombiana de Agencias de Viajes y Turismo (Anato), como lo anticipó Paula Cortés Calle en entrevista con este medio, y cuál es la trayectoria de la Asociación en más de siete décadas en la industria de viajes.

Todo ante un auditorio record que superó la asistencia al Congreso de 2019. Más de 600 personas acudieron al encuentro, atraídas, muy probablemente, por la coyuntura política actual y el entusiasmo del reencuentro, pero también por  una agenda académica de primer nivel, diseñada bajo el lema “El desafío del nuevo turismo”.

Tenemos el desafío de ser más competitivos, no solo entre nuestras empresas, sino también como país ante el mundo; debemos ser conscientes que no somos el único destino que vende playas, naturaleza y cultura, que se requiere profesionalización y preparación para convertirnos en buenos anfitriones, la verdadera competitividad requiere procesos de calidad, formación, inserción a la tecnología y preparación para la misma.

Paula Cortés Calle, presidenta de Anato

Los puntos de Anato

Luego de hacer un breve recuento de lo que el sector turismo representaba para Colombia en 2019 en PIB, ingresos por divisas y puestos de trabajo, la líder gremial se refirió al sonado caso de Interjet, aerolínea que desapareció junto con los recursos de los clientes y agencias de viajes. La solicitud de Anato para los ministerios de Transporte, Comercio, Aerocivil y aerolíneas es revisar una normatividad que evite que “nuestras empresas sigan respondiendo por dichos incumplimientos, al ser intermediarios de los servicios”.

Posteriormente, Cortés Calle le expuso al presidente Petro una serie de puntos clave de política turística. Lo primero y quizás más relevante en el plano político, es la seguridad. Aunque no lo mencionó en el discurso, en la rueda de prensa previa la presidenta enfatizó en que este asunto también tiene que ver con la seguridad en las ciudades.

“La seguridad es fundamental; nos unimos a su intención de lograr la Paz Total, la cadena turística es la primera en celebrarlo, esto nos permitiría devolver la confianza para viajar a todos los rincones de nuestro país”, afirmó la presidenta de Anato. En esa línea, el gremio pidió aprovechar los consulados y embajadas para promover “lo bueno de Colombia” y trabajar con algunos países en la eliminación de las advertencias a los viajeros.

El turismo es un sistema complejo que requiere de muchos matices para que se genere el entorno ideal que permita desarrollar una actividad acorde con los factores del mercado y la competencia.

Paula Cortés Calle, presidenta de Anato

Un punto sensible en donde no se anticipa un acuerdo en la manera de afrontarlo es la informalidad, que en el léxico político del nuevo gobierno suele denominarse “economía popular”, una realidad que hoy sería, cuentas más cuentas menos, la mitad del sector turístico.

“Fomentar la formalidad es la única forma para proteger y garantizar a los consumidores lo que se les ha ofrecido; nadie regresa a donde no lo han tratado bien o no le ofrecen lo prometido, la formalidad aporta impuestos”, señaló Cortés Calle.

Y agregó: “Sabemos de la necesidad imperante de transformación de la economía popular hacia la formalidad, pero debemos darle un plazo corto y prudente para que estas condiciones no desalienten el empleo formal”. Cortés Calle también manifestó la inquietud del gremio por la eliminación de todos los incentivos del sector en el proyecto de reforma tributaria.

“Esos estímulos, aún los necesitamos para sanar y recuperar las enormes pérdidas que hemos tenido, y fueron medidas que nos sirvieron para ubicarnos hoy en el puesto 8º en el mundo, como uno de los destinos que registró mayor número de reservas turísticas durante el primer trimestre de este año”, afirmó la presidenta.

Anato también reivindicó la estrategia planteada en gobiernos anteriores sobre experiencias autóctonas articuladas con narrativas de turismo: “esto potencializaría una ventaja comparativa, donde juega un papel relevante nuestra biodiversidad cultural, étnica y nuestra historia contada a través de nuestros guías de turismo y operadores (…) Nuestras operadoras son el enlace con las comunidades y la fuente de oportunidad y empleo, así como también ejecutoras de las políticas de sostenibilidad turística, conservación del medio ambiente y multiplicación de las costumbres ancestrales”.

Otros puntos planteados por el gremio fueron la necesidad de más y mejor conectividad aérea, marítima y la promoción de los viajes dentro y fuera del país: “el turismo emisivo y receptivo son la base del equilibrio para estimular la presencia de líneas aéreas internacionales y se convierten en una ventaja competitiva de nuestro país que debemos mejorar”.

Finalmente, Cortés Calle reivindicó la regulación e intervención estatal como una manera de proteger los destinos, fomentar la sostenibilidad, defender a los empresarios pequeños de los grandes, establecer una cancha de juego justa y una economía ética, regulada y vigilada. Lo propio ocurre con los incentivos, que juegan un papel fundamental a la hora de corregir los desequilibrios del mercado.

Desde ya, estamos dispuestos a trabajar, construir y rehacer si es necesario, pero juntos, con los demás gremios del turismo, con los empresarios, comunidades y demás actores

Paula Cortés Calle, presidenta de Anato

La misión a la luna del presidente Petro

Como es habitual, el presidente Petro se extendió en su intervención para ir al fondo del asunto. Durante más de 40 minutos expuso su visión del turismo, ligada, directamente, a la necesidad imperativa de reemplazar el petróleo y el carbón y lograr una paz total en todo el territorio.

El turismo extranjero, que es una transferencia de riqueza del mundo hacia acá, equivale a una exportación económicamente hablando (…)  puede ser, en el corto plazo, un sustituto, no digo total, no voy a exagerar, por lo menos parcial, pero importante de la economía fósil de la cual dependemos

Gustavo Petro, presidente de Colombia

El loable propósito implica dos enormes retos: uno, la paz; dos, cuidar la belleza, no destruirla. “Nos llegó la hora de prosperar con la belleza natural que tenemos, no contra la belleza natural que tenemos. Nos llegó la hora de prosperar con el agua”, afirmó el primer mandatario en lo que, destacó, es el mandato que decidió la gente el pasado 29 de junio.

Se trata, en términos de la autora italiana Mariana Mazzucato –economista de cabecera del gobierno–, de una “misión a la luna”. La “misión ecoturismo sostenible en Colombia como uno de los pilares de la prosperidad de la sociedad colombiana”, afirmó el presidente.

La complejidad de la misión, pasa, por supuesto, por la Paz Total planteada por el Gobierno. “Si no hacemos y construimos la paz de Colombia, hablar de turismo es un poco carreta, porque el turismo en realidad está ligado a la paz. El turismo es una actividad que se puede desarrollar en medio de la paz, nunca entendí por qué se votaba por la guerra”, afirmó el primer mandatario.

Asimismo, el primer mandatario esbozó sus preferencias por un turismo de orden comunitario y cómo el “turismo de grandes resorts puede convivir el resort con el pequeño turismo de casa, de la señora que aprende, digamos, a vender su servicio gastronómico y embellece su casa para que lleguen a mirar las bellezas de Colombia”.

“A mí sí me gustaría que se llenara en el sistema hotelero colombiano de casas que se ofrezcan al turismo, de gente que viviendo en esos lugares hermosos pueda aprender a vender servicios turísticos”, enfatizó el presidente.

Ministro Umaña pidió gradualidad en desmonte de exenciones de renta

La apuesta por un turismo de tipo comunitario en zonas rurales – y por tanto naturales– del país, fue ratificada plenamente por el ministro de Comercio, Industria y Turismo, Germán Umaña. En su intervención, el funcionario aclaró que la reforma tributaria es un asunto del Ministerio de Hacienda, pero fue transparente en afirmar que el énfasis del proyecto es eliminar las exenciones, incluidas las de impuestos que más recaudan, como el IVA,

Asimismo, la reforma tributaria tiene un enfoque claro: no se trata de entregar incentivos a sectores determinados, sino de generar impuestos para invertir en políticas públicas. El gran objetivo es la equidad, concretamente, reducir del 52% al 30% el Coeficiente de Gini, una medida de referencia para calcular la desigualdad entre personas. En este propósito, según afirma el ministro, el turismo tiene un rol preponderante.

Si los recursos que se obtengan con la reforma tributaria no van a los municipios PDET, no van a la integración nacional, pues no tiene sentido hacer reformas tributarias

Germán Umaña, ministro de Comercio, Industria y Turismo

En ese orden de ideas, y así lo ha reiterado ya en distintos escenarios, una parte de los recursos de la reforma tributaria se destinarán a inversión social en las llamadas áreas PDET (Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial), que se crearon en el marco de los Acuerdos de Paz de La Habana.

Los proyectos de turismo serían protagonistas en esta política, aunque la realidad es que, por el momento, no hay ningún plan u hoja de ruta, más que una idea a desarrollar. Por ahora, esta visión del turismo encontró eco en una de las solicitudes de Anato y Cotelco, concretamente, la no eliminación inmediata de las exenciones de renta para proyectos hoteleros y similares en municipios de menos de 200 mil habitantes.

“Le hemos pedido al Ministerio de Hacienda que se dé una gradualidad para que se mantengan o desmonten periódicamente ciertas medidas, mientras se terminan los proyectos beneficiados”, afirmó el ministro Umaña sobre la que por ahora es la única solicitud afirmativa del Gobierno a los pedidos de los gremios del turismo en la reforma tributaria. En realidad, la discusión apenas comienza.