Miles de personas en aeropuertos británicos se vieron atrapadas por horas el pasado fin de semana por una falla tecnológica del sistema de puertas electrónicas fronterizas.
Cuando la tecnología falla, el caos se desata. Eso fue lo que ocurrió el pasado fin de semana, en pleno feriado y periodo de receso escolar en Reino Unido, cuando una falla tecnológica en el sistema fronterizo causó horas de retraso y mucha molestia en los viajeros británicos que buscaban salir y entrar al territorio.
Básicamente todos los aeropuertos que utilizan tecnología (Heathrow, Manchester y Gatwick, por nombrar los más transitados) se vieron afectados por una inesperada falla en las llamadas e-gates.
Este sistema tecnológico les permite a los ciudadanos británicos y europeos mayores de 12 años, así como a viajeros de Australia, Canadá, EE. UU., Japón y Nueva Zelanda, escanear sus propios pasaportes y acceder a un sistema de reconocimiento facial con el propósito de acelerar los procesos de ingreso.
Sin embargo, todo este entramado tecnológico se vino abajo entre el viernes y el sábado pasado con un fallo sistémico que causó horas de largas filas ante la incredulidad e ira de miles de pasajeros.
Medios británicos reportaron una persona desmayada y algunas más tratando de saltarse las filas mientras las redes sociales documentaban el caos de multitudes en espera. Entre tanto, las autoridades de migración retomaron por varias horas el viejo método de la revisión manual de pasaportes.
Al final, más temprano que tarde, el falló tecnológico se solucionó. “Después de una falla técnica en el sistema fronterizo que afectó las llegadas de e-Gate al Reino Unido, podemos confirmar que todas las e-Gate ahora funcionan con normalidad. Agradecemos a los viajeros que se vieron afectados por su paciencia y al personal por su trabajo para resolver el problema”, manifestó en la tarde del sábado un vocero del Ministerio del Interior británico.