La nueva directora ejecutiva de la OMT, Natalia Bayona, le contó a Report Colombia qué hace falta para el que turismo se convierta en una política de Estado en Colombia.
La semana pasada, durante la 68ª reunión de la Comisión Regional de la OMT para las Américas, el país se sorprendió con el nombramiento de Natalia Bayona como la nueva directora ejecutiva de esa organización.
Egresada de la Facultad de Finanzas, Gobierno y Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, Bayona se desempeño durante más de 10 años de ProColombia (antes Proexport), en donde llegó a ocupar la Gerencia de Turismo. Desde hace cinco años y medio integra el equipo de la OMT, organismo en el que hizo historia al convertirse en la primera mujer menor de 40 años en ocupar la Dirección Ejecutiva.
Dialogamos con la nueva directiva sobre su nombramiento, sus retos y metas en esta nueva posición —que no son fáciles ni nuevas en su agenda— y sobre el propósito mayor de hacer del turismo una política de Estado de las naciones, incluido Colombia.
¿Cómo recibe su nombramiento?
N.B.: Con muchísima alegría, compromiso y responsabilidad de llevar la bandera de Colombia en el mundo y, sobre todo, de darme cuenta de que sí es posible crecer cuando hay tenacidad, compromiso, disciplina y dedicación. Es muy bueno que la Dirección Ejecutiva de la OMT quede en manos de una joven, no solo porque el turismo es el gran empleador de jóvenes y mujeres en el mundo, sino porque es un sector altamente dinámico y llevar la bandera de los jóvenes y las mujeres va a ayudar mucho a que se fortalezca como parte del desarrollo económico global.
¿Cuáles son sus metas y retos en esta posición?
N.B.: Mi responsabilidad seguirá siendo el trabajo con los 160 Estados miembro, apoyando al secretario general en sacar adelante las prioridades en innovación, educación e inversiones. Tenemos que hacer que el turismo se convierta en una política de Estado, que el turismo empiece a desarrollar fuentes de riqueza, pero, sobre todo, tenemos que ayudar a que el turismo tenga una educación actualizada accesible y disponible al alcance de todos.
Hay que entender que el 50% de los jóvenes que trabajan en turismo solo tienen habilidades en secundaria. Por eso, una de las grandes prioridades es crear carreras técnicas que ayuden a que los jóvenes tengan un diploma y a partir de ahí puedan crecer en la cadena profesional del turismo; que, si empiezan su carrera como meseros o jefes de sala, posteriormente logren ser emprendedores. El 50% de los jóvenes que trabajan en turismo desearía ser emprendedor. Sin embargo, para eso se necesitan estudios, educación, se necesita que exista una política de Estado que apoye el desarrollo turístico de los países.
Por otro lado, hay que fortalecer las habilidades tecnológicas, de comunicación, liderazgo y administración gerencial en el turismo. El 80 % de las carreras en el mundo están enfocadas solamente en hotelería. Por eso tenemos que diversificar la oferta; trabajar con las universidades y los gobiernos para ayudar a que el turismo sea parte fundamental de la educación superior y que realmente se entienda como un sector económico.
Hay que seguir apostando por la digitalización de las pymes. Las pymes constituyen más del 85% del tejido empresarial en el turismo y por eso necesitamos, más que nunca, entregarles las herramientas para que logran tener acceso a la digitalización y ser más competitivas a nivel global. Tenemos que reducir esa brecha de grandes empresas altamente digitalizadas y pequeñas empresas que invierten menos de 5000 euros al mes en digitalización.
Tenemos que lograr que el turismo sea un sector que genere confianza entre los inversionistas y que estos entiendan que los rendimientos del turismo no son solamente económicos sino sociales y humanos. Por eso tenemos que seguir adelante con las guías de inversión y ayudar a cada país a crearse un marco de promoción de inversión turística.
Recuérdenos su trayectoria en la OMT
N.B.: Empecé en la Organización Mundial del Turismo hace cinco años y medio. Por llamado del secretario general, Zurab Pololikashvili, me convertí en la primera directora de Innovación. Hoy en día tenemos más de 10.000 startups de más de 150 países que han aplicado a más 20 competiciones de la OMT y hemos logrado que los inversores de nuestra red hayan aportado más de 240 millones de dólares en los últimos dos años en estas startups. Más de 100 universidades están trabajando con la OMT en temas de turismo y tecnología y se han implementado más de 100 pilotos entre gobiernos y el sector privado para desarrollar nuevas tecnologías.
Así empezó mi carrera en la OMT. Luego, un año después, el secretario general me pide trabajar en asuntos de inversión extranjera ayudando a crear marcos de promoción de inversiones que responden a preguntas como ¿por qué invertir en un país? ¿cuál es su propuesta de valor? ¿cuáles son los proyectos públicos, privados, público- privados en infraestructura e innovación? y hacérselos llegar a los diferentes inversores en el mundo.
Finalmente, hace año y medio el secretario general me da, una vez más, otra responsabilidad adicional y son los temas de educación: ayudar a que la educación esté en el centro de la organización para que los jóvenes puedan acceder a un trabajo digno, pero, sobre todo, para que estén capacitados y puedan hacer una carrera formal en el turismo.
Básicamente, liderar durante cinco años a tres de las cinco prioridades de la OMT me ayudaron a que el secretario general me diera, una vez más, su confianza y un espaldarazo a mi gestión para convertirme en la directora ejecutiva de la OMT.
¿Qué significa para Colombia ser parte del Consejo Ejecutivo de la OMT?
N.B.: Que Colombia haga parte del Consejo Ejecutivo de la OMT es espectacular ¿Por qué? Porque solamente hay 37 países en ese Consejo y que Colombia esté ahí quiere decir que hay un voto de confianza de América Latina en que el país puede ser parte de esta instancia, que es la que decide y aprueba la estrategia general de la OMT. Esto, sin duda, va a ayudar a que Colombia siga posicionándose como un destino de alto nivel y a generar conexiones a través de los ministros de turismo de las otras regiones del mundo que lo integran.
Además, estoy muy contenta porque logramos firmar un acuerdo con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo para fortalecer programas de innovación social y, particularmente, desarrollar el turismo comunitario. La idea es crear un proyecto que les permita a comunidades locales priorizadas por el Gobierno recibir mentorías y capacitaciones y, de esta manera, hacer del turismo una fuente de desarrollo formal en la economía de Colombia.
¿Qué hace falta para que el turismo sea una política de Estado en Colombia?
N.B.: Es clave mirar lo que pasa en diferentes países con el turismo y con otros sectores de la economía. Por ejemplo, en Alemania el desarrollo automotriz tuvo una política de Estado y los resultados son evidentes; en Estados Unidos la tecnología es una política de Estado, hay que invertir en ella sí o sí; lo mismo pasa en la China, la tecnología es una política de Estado. Pues lo mismo tiene que pasar en el turismo. El turismo tiene que entenderse como una alta prioridad en el desarrollo económico de las regiones del país y de todas las comunidades.
¿Qué hace falta? Si bien el turismo está liderado por el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo —ahí es donde están las competencias del actuar— sí debe haber una interlocución y una prioridad desde el Ministerio de Hacienda para que se aumenten los presupuestos del turismo. Es necesario repensar, también, cómo atraer más recursos hacia el sector, por ejemplo, invertir parte de las regalías del petróleo en infraestructura turística, que eso es lo que se necesita en Colombia para empezar a vender nuevos destinos y nuevas regiones.
Desde el Ministerio de Educación es importante incluir al turismo como una carrera y asignatura sólida en las escuelas y colegios superiores. Si bien el Ministerio ya ha venido avanzando en el programa Colegios Amigos del Turismo, necesitamos que esto escale y que todos los colegios públicos y privados incluyan al turismo como una base educativa. Necesitamos educación técnica: que los técnicos que trabajan en turismo puedan tener información sobre cómo ser un excelente agente de viajes, chef, jefe de sala, cómo llegar a ser emprendedor en turismo.
Es decir, un país que tiene una política de Estado de turismo es un país que respira turismo de principio a fin. Un ejemplo perfecto de esto es España, que es el segundo país más importante en el mundo en materia de turismo. Allí, desde cualquier punto de vista, desde cualquier administración, desde cualquier Comunidad Autónoma, el turismo es una prioridad y se apuesta por este. Y no solamente eso, representa el 13% de su PIB y genera un posicionamiento internacional que hoy hacen España un país de servicios altamente reconocido en el mundo por su riqueza natural y cultural, pero, sobre todo, porque el Estado vio en el turismo una forma espectacular de diversificar su economía a partir del recurso más importante, que es la gente. Al fin y al cabo, el turismo es el sector económico más humano del mundo.
Una respuesta
Es verdad lo que se escucha y lo que se dice. Es verdad que falta exaltar al abuelo con sus enseñanzas, a su patrimonio que olvidado está en el sueño de sus Museos , se pierden hasta las palabras bonitas que se les dicen a las flores .!Hasta cuándo Dios mío! , los que saben se arrodillan en un altar dan gracias por la pureza de las aguas o despreocupados. Pasan inadvertidos por los senderos olvidados de la historia