Durante el año 2020, la aerolínea inició un proceso para revisar y replantear su impacto en el medioambiente y las comunidades. El resultado se dio a conocer en 2021 con el lanzamiento de una robusta política de sostenibilidad que se ha convertido en un pilar de sus operaciones.
La sostenibilidad siempre ha sido una apuesta de Latam Airlines y desde hace décadas ha ejecutado diversos programas en torno a este propósito. Sin embargo, la política lanzada en 2021 decidió elevar esta apuesta y volverla un compromiso organizacional, entrelazado en toda su filosofía. Además, la expandió más allá de los términos medioambientales para trascender a la sociedad.
“Establecimos cuatro pilares en la estrategia de sostenibilidad y en cada uno se definió una serie de compromisos fijos y ambiciosos. Estos compromisos se interrelacionan porque el cambio climático tiene una conexión directa con lo social. Entendemos que la viabilidad del negocio depende de la viabilidad de la sociedad y hay profundas problemáticas por superar. Queremos crear un circulo virtuoso a donde a todos nos vaya bien”, relató María Lara, directora de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad de Latam Airlines.
Gestión ambiental
Está orientado a unificar los estándares de los sistemas de gestión ambiental que tiene la compañía en todos los países que opera. Tras un cuidadoso estudio, el grupo aéreo decidió certificarse en el sistema de gestión ambiental IEnvA de la IATA. Así, el Grupo Latam se convirtió en una de las pocas aerolíneas en Latinoamérica con esta certificación y todas sus filiales en todos sus países trabajan bajo los mismos estándares.
Cambio climático
Son tres los compromisos principales:
- Reducir o compensar el 50 % de las emisiones de carbono en toda su operación para 2030
- Ser carbono neutral para 2050
- Para 2030, que el 5% de su combustible sea SAF.
“El sector aéreo se denomina de difícil abatimiento de emisiones. A diferencia de otros sectores que pueden reducir sus emisiones por medio de cambios operacionales o de producción, para nosotros es más complejo, puesto que el 99,9 % de nuestras emisiones se generan del consumo de combustible y todavía no hay una tecnología que transforme profundamente esto”, explicó Lara.
Teniendo en cuenta estas dificultades, Latam ha trabajado por reducir el consumo de combustible con la adquisición de aeronaves más eficientes -cuyo proceso de renovación está en marcha-; y disminución del peso de los materiales en sus operaciones, lo que permite reducir cerca del 2 % de las emisiones anuales, lo cual es positivo, pero no suficiente. El otro camino que pueden tomar las aerolíneas es el uso del combustible sostenible de aviación (SAF), que se ha demostrado que es eficiente en la operación aérea, pero tiene una gran dificultad: su limitada producción. Para solventar esta situación, Latam ha realizado alianzas con numerosos actores para impulsar su inclusión en las hojas de ruta de transición energética de los gobiernos, y está realizando alianzas tempranas con productores potenciales de SAF.
En paralelo a este proceso de reducción de emisiones, la compañía acude a proyectos de compensación de emisiones como es el caso de CO2BIO en la Orinoquia colombiana para proteger bosques y humedales.
Economía Circular
Son dos los compromisos más relevantes:
- Eliminar los plásticos de un solo uso para 2023
- Tener un programa de cero residuos a vertedero para 2027
Esta línea de trabajo tiene diferentes complejidades, pues hay plásticos fáciles de reemplazar, como los vasos plásticos de las oficinas, a otros más difíciles, como el film plástico que asegura la carga y evita que se moja. A la fecha, Lara reveló que han logrado reducir en un 88 % los plásticos de un solo uso en todas sus operaciones con acciones como convertir los uniformes viejos en los empleados en bolsas para la carga de herramientas o estandarizar el número de vueltas del film plástico en la carga. También se implementaron procesos de aprovechamiento para reciclar aquellos plásticos difíciles de reemplazar en las operaciones.
El programa insignia de esta línea de trabajo es Segundo Vuelo, que transforma los uniformes viejos de la tripulación en otros productos de buena calidad, con diseño y uso que luego se pueden entregar en otros eventos de la compañía o se incluyen en su catálogo de viajero frecuente.
Valor compartido
El Valor Compartido es el cuarto de los pilares y está entrelazado con los dos compromisos anteriores. Un ejemplo claro es el proyecto CO2BIO, que se desarrolla en conjunto con la Fundación Cataruben, quien ayuda a desarrollar técnicamente el proyecto y lograr los procesos de monitoreo y certificación. De esta forma se logra un nivel de transparencia tanto en la asignación y entrega de recursos como en el desarrollo y resultados del proyecto.
Avión Solidario es, quizá, el programa es más reconocido el público. A lo largo de 12 años, Latam ha brindado transporte de personas o de carga para ayudarlos a destinar más recursos a sus proyectos. Adicionalmente, busca ser una plataforma que ayude a articular esfuerzos con otras compañías y potenciar los resultados.
Actualmente el programa tiene seis alianzas: 1) la Fundación Cardioinfantil para el transporte de familias que requieren tratamiento o de personal y carga en brigadas en las regiones; 2) América Solidaria, que trabaja en la atención psicosocial de migrantes; 3) Cruz Roja, en la atención de catástrofes naturales; 4) la Asociación de Bancos de Alimentos (ABACO), en el transporte de comida y el apoyo de campañas de seguridad alimentaria; 5) Fundación Pantera en campañas de sensibilización de la importancia de las panteras en los ecosistemas; y 6) Schooner Bight, que trabaja en aprovechar los residuos que se producen en San Andrés.
Esta es la primera pincelada de un gran viaje que emprenderemos de la mano de Latam Airlines para profundizar en estas iniciativas de sostenibilidad que realizan de la mano de sus aliados y viajeros.
