El tráfico aéreo global total en octubre pasado se ubicó en el 98,2 % de los niveles anteriores al covid-19, jalonado, principalmente por el excepcional crecimiento del mercado aéreo de China.
Así lo reveló la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) en su reporte del 10º mes del año. Para ese mes, el tráfico aéreo superó en 4,8 % el registrado el mismo mes de 2019 y en 33,7 % el de 2022, impulsado por el crecimiento porcentual de tres dígitos registrado en China.
El tráfico internacional, por su parte, aumentó un 29,7% respecto al mismo mes del año anterior. La IATA destacó que todos los mercados registraron ganancias porcentuales de dos dígitos año tras año. Los RPK (pasajeros-kilómetros pagados) internacionales alcanzaron el 94,4% de los niveles de octubre de 2019.
En el caso de las aerolíneas latinoamericanas, el tráfico aéreo en octubre aumentó un 21,2 % en comparación con el mismo mes de 2022. Hay que decir, sin embargo, que la capacidad de ese mes aumentó más rápido (un 22,3 %), lo que hizo que el factor de ocupación cayera 0,8 puntos porcentuales hasta el 85,3 % (el más alto entre las regiones).
A su vez, los operadores norteamericanos experimentaron un aumento del 17,5 % en comparación con 2022, mientras que la capacidad se incrementó en un 17,5% para un factor de ocupación del 83,9%.
Al respecto, Willie Walsh, director general de la IATA, manifestó: “El sólido resultado de octubre acerca a la industria a la recuperación total del tráfico pospandemia. Los mercados internos se mantienen por encima de los niveles anteriores al Covid, mientras que la demanda internacional se está recuperando, pero más lentamente”.
El directivo mencionó el rezago de la demanda internacional de las aerolíneas de Asia Pacífico —un 19,5% por detrás de 2019—, lo que podría obedecer a las demoras en el levantamiento de las restricciones sanitarias, así como los desarrollos comerciales y las tensiones políticas.
Finalmente, Walsh se refirió al compromiso de la industria aérea de lograr cero emisiones netas de carbono para 2050 y, particularmente, al marco global acordado para la producción de Combustible de Aviación Sostenible (SAF) para que el combustible de aviación en 2030 tenga un 5 % menos de carbono que el utilizado actualmente.
“Ahora, los gobiernos deben apoyar ese objetivo implementando de inmediato políticas para estimular la producción de SAF. Vale la pena repetirlo: el año pasado, se compró cada gota de SAF que se produjo. Lo mismo ocurrirá este año. Pero, con algunas excepciones notables, los gobiernos no están cumpliendo con sus obligaciones de garantizar que los SAF sean abundantes y asequibles para respaldar la transición energética de la industria”, concluyó el directivo.