Conversamos con la nueva secretaria de Turismo de Cali, Mabel Lara, sobre su llegada a esta posición, su visión del turismo en Santiago de Cali y, por supuesto, sobre los lineamientos de la política pública que liderará en la capital del Valle del Cauca.
La reconocida periodista fue designada en diciembre pasado por el alcalde Alejandro Eder y, como es habitual en su carrera comunicadora, todos los reflectores apuntaron sobre ella. Fue quizás la designación que más sonó en el gabinete del alcalde, pero también en el sector turismo de Colombia.
Además de su exitosa y galardonada carrera en los medios de comunicación, Lara tiene un Postgrado en Gerencia del Desarrollo Social de la Universidad Javeriana y una Maestría en Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario. La base para una vena política que empezó a cultivar hace unos años y en la que hoy da un paso definitivo como líder del sector turismo en la tercera ciudad del país.
¿Con qué se encuentra a su llegada a la Secretaría de Turismo de Cali?
Mabel Lara: Lo primero es que Cali tiene un potencial enorme para convertirse en la capital turística de América Latina. Tenemos un ecosistema como Parque Nacional Natural Farallones que nos permite tener microclimas en toda la ciudad y una enorme diversidad de especies. Somos una ciudad verde y como tal tenemos mucho potencial en turismo de naturaleza.
Cali tiene, además, una amplia participación en el turismo médico y encuentro que nosotros, como Secretaría, debemos acompañar el esfuerzo de las clínicas de excelencia y las universidades. Tenemos, además, un turismo identitario —como yo le llamo— que es toda la dimensión cultural y gastronómico que sintetiza toda esa esencia de la ciudad de pasar y vivir bueno. No olvidamos, tampoco, que Cali es una ciudad históricamente deportiva. Y tenemos, finalmente, un aspecto comunitario muy ligado a las líneas de paz y resolución de conflictos en zonas muy complejas de la ciudad, pero donde la comunidad está ejerciendo una gobernanza del territorio y se están dando emprendimientos locales.
¿Cuáles van a ser las acciones para potenciar estas grandes líneas?
M.L.: Nosotros, primero, reconocemos que el turismo representa cerca del 10 % del PIB mundial y que uno de cada 10 empleos en el mundo está relacionado con este sector. En ese sentido, en Cali hay que identificar primero esa data desde nuestro observatorio: a dónde llegan los turistas, de dónde vienen y cómo se están fortaleciendo las MiPymes que componen el sector, que, además, tienen mayoritaria participación de mujeres y jóvenes.
¿En qué estamos nosotros en este momento? Estableciendo nuestro plan de desarrollo y trabajando en el relacionamiento con el sector. Tenemos una necesidad apremiante de trabajar en las líneas que mencioné y por eso estamos haciendo un buen plan de desarrollo que nos permita, de manera concreta y con metas claras, desarrollar durante cuatro años la apuesta que tenemos de ciudad desde el turismo.
Usted mencionó la intención de avanzar en un gran proyecto de ciudad en torno a la salsa ¿de qué se trata?
M.L.: Es un punto muy importante. Es el proyecto del barrio Obrero, un espacio emblemático de la salsa en Cali, en la zona céntrica, pero que lastimosamente ha estado olvidado y rezagado del desarrollo urbano. Entonces tenemos allí una apuesta de ciudad, que viene de tiempo atrás, para desarrollar la ruta cultural y turística de la salsa. Es un proyecto que quiere transformar y dejar el legado a la ciudad a través del turismo y vamos a hacer una intervención del espacio público. Ya estamos muy avanzados, en la fase uno, y lo que queremos es crear como una zona T que de cuenta de una narrativa de ciudad en torno a la salsa. En esta zona encontramos espacios tan representativos de la música como La Matraca, el Chorrito Antillano, el Museo de la Salsa, la estatua de Piper Pimienta, entre otros y la idea es plantear un recorrido con enfoque salsero que hable de memorias, de oficios, de actores representativos.
¿Es un proyecto que viene de administraciones anteriores y ahora van a sacar adelante?
M.L.: Es un proyecto de 2016, que nace la ciudad y de una necesidad de que se le reconozca al barrio Obrero lo que significa en la memoria caleña. Cada una de las administraciones anteriores ha ido poniendo su granito de arena. En la administración pasada se adelantó el diseño del proyecto, pero una cosa es el diseño y otra hacerlo claro a nivel político. Esa decisión política la tiene el alcalde Alejandro Eder y la tiene esta Secretaría.
Usted se ha referido también a una apuesta por el turismo de salud…
M.L.: Las clínicas de Cali vienen trabajando hace muchos años en la excelencia médica y ellas mismas, en sus planes de negocios, han salido a buscar los ‘turistas médicos’, que así son considerados, para que lleguen a Cali a practicarse sus chequeos médicos o procedimientos de alta y mediana complejidad, odontológicos o estéticos. Lo que nosotros hemos dicho es que vamos a fortalecer toda la cadena de valor, porque las clínicas están listas, pero no así el encadenamiento y esa es tarea de la Secretaría de Turismo: convertir a Cali en esa punta de lanza del desarrollo económico desde el turismo médico. Tenemos aquí una apuesta tremenda de posicionar a Colombia, pero especialmente a Cali, como destino de salud, por la calidez humana, la atención, la tecnología de punta y por la infraestructura de alta categoría que tenemos para el paciente internacional.
En Cali recibimos el año pasado 2.583.000 visitantes. Nosotros le apostamos a duplicar esa cifra al cierre de estos cuatro años y el turismos médico tiene una gran responsabilidad en esa meta.
¿Cuáles son los planes en materia de promoción? ¿Se va a crear una nueva marca ciudad?
M.L.: Nosotros no pensamos en marca ciudad porque nos parece un concepto muy limitado; el accionar de marca ciudad pasa mucho por la política de turno y por la manera en que quien está a cargo se imagina la ciudad. Nosotros queremos construir en torno a algo que está pasando en Cali y es el imaginario de ciudad. Creo que en Cali nos quedamos con una narrativa del pasado, de algo que ya no somos, entonces nuestra apuesta es acompañar un nuevo imaginario de ciudad que exprese lo que somos: somos la ciudad más diversa de Colombia, la ciudad mayor población afrodescendiente, pero también somos una ciudad de migrantes. Entonces, en medio de la promoción, el primer reto es el diseño y elaboración de la estrategia del imaginario ciudad que vamos a promocionar tanto dentro de Cali, como en Colombia y en el exterior. Y por etapas. Nosotros somos una secretaría con recursos muy limitados, pero tenemos el beneplácito del alcalde para promocionar la ciudad en algunos mercados ya identificados.
¿Quiénes llegan a Cali? Muchos viajeros de Estados Unidos, algunas personas de Europa, pero, sobre todo, mucho cliente nacional. El 70 % de nuestros visitantes vienen de Colombia y el 30 % del extranjero. El turista interno es muy importante para nosotros porque mueve la economía, pero también sabemos que en la región países como Ecuador, Panamá, Curazao, Aruba y otras islas del Caribe son públicos que debemos sensibilizar, por ejemplo, sobre turismo médico y de naturaleza y traerlos de nuevo a la ciudad.
¿Cuáles son, a su juicio, los principales desafíos que identifica para el desarrollo del turismo en Cali?
M.L.: Unos dependen de esta Secretaría y otros dependen de la administración y de la autogestión. El más importante es la conectividad aérea. Se han ido aerolíneas y se han perdido rutas directas sin pasar por Bogotá, que son muy importantes. Sabemos y reconocemos el tema de la seguridad y ahí tenemos una estrategia muy agresiva de parte del alcalde Eder para avanzar en esa disminución de la delincuencia. Tenemos un desafío de capacitación y formalización del sector turístico que pasa por el bilingüismo y por el desarrollo productos turísticos que mejoren la experiencia del visitante. Entendemos al turismo como factor de desarrollo sostenible que mueve la economía, pero cuida la ciudad. Si un caleño pasa bueno y vive bien en su ciudad, así mismo lo va a vivir el turista.
¿Qué tienen preparado para la Vitrina Turística de Anato?
M.L.: Nuestra responsabilidad, recién llegamos a la Secretaría, es que la muestra de Cali sea tan impactante y generosa como nuestra región. Lo primero es que nos hemos unido para trabajar de la mano con el Valle del Cauca, porque que entendemos que la experiencia de destino es Cali Valle; una ciudad región que alberga múltiples apuestas y productos, desde el aviturismo, el avistamiento de ballenas, el turismo religioso, hasta la salsa.
La salsa es nuestra identidad y nos encanta bailar, pero también se come bien; desde la señora que vende el aborrajado en la esquina, la empanada en la tiendita hasta los grandes restaurantes, le puedo asegurar que la experiencia gastronómica es única. Eso lo vamos a tener en la Vitrina de Anato.