La Organización de las Naciones Unidas para la Cultura, las Ciencias y la Educación (Unesco) anunció recientemente la designación de nuevas reservas de biosfera en 11 países de los cinco continentes.
La decisión de incorporar estas reservas de biosfera se dio en la 36ª reunión del Consejo Internacional de Coordinación del Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB), el órgano rector del Programa compuesto por 34 Estados Miembros de la Unesco. La sesión tuvo lugar del 2 al 5 de julio en Agadir (Marruecos), en el marco de la Conferencia de la Unesco sobre los Suelos.
Pero ¿qué es una reserva de la biosfera? Las reservas de biosfera son ecosistemas reconocidos por el Programa sobre el Hombre y la Biosfera (MAB) por su interés científico, ecológico, biológico y cultural y en donde los pobladores desarrollan actividades socioeconómicas, humanas y de conservación.
Así, en la reunión se seleccionaron 11 nuevas reservas situadas en Colombia, Eslovenia, España, Filipinas, Italia, Mongolia, Países Bajos, Corea del Sur, República Dominicana, Bélgica y Gambia. Con estas nuevas designaciones, la Red Mundial de Reservas de Biosfera cuenta ahora con 759 reservas en 136 países.
En el caso de Colombia, la nueva área (propuesta por el Estado colombiano y seleccionada por Unesco) es la Reserva de Biosfera del Darién Norte Chocoano; una vasta área terrestre y marina con gran potencial de ecoturismo, según destacan desde Unesco.
Por Latinoamérica también se destaca el caso de República Dominicana, con la nueva Reserva de Biosfera Madre de las Aguas. Esta amplia extensión, situada en el corazón del país caribeño, abarca 11 provincias, 35 municipios y cuatro ecosistemas diferentes que albergan 88 especies aviares, de las cuales 20 son endémicas y 17 están amenazadas.
Las nuevas adiciones abarcan una superficie de 37.400 km², equivalente al territorio de los Países Bajos. Al respecto, Audrey Azoulay, directora general de la Unesco, afirmó que la incorporación de estas reservas llega en un momento decisivo para la humanidad, que se enfrenta a una crisis mundial de biodiversidad vinculada al cambio climático.
“En una época en que se pide a la comunidad internacional que aumente el número de zonas protegidas, estas nuevas reservas de biosfera desempeñan una función esencial en la conservación sostenible de la biodiversidad, la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones locales y los pueblos indígenas y el fomento de la investigación científica”
Audrey Azoulay, directora general de la Unesco
La Unesco sobre la nueva Reserva de Biosfera del Darién Norte Chocoano
En medio de la vibrante ecorregión del Darién, dentro del Chocó biogeográfico, se extiende un puente de biodiversidad que conecta la fauna y la flora de América del Norte y del Sur, donde viven especies emblemáticas como la majestuosa águila arpía (Harpia harpyja) y las coloridas ranas venenosas.
Al abarcar un amplio mosaico de ecosistemas que van desde exuberantes selvas pluviales tropicales hasta zonas marinas que se extienden a lo largo del Golfo de Urabá, la reserva cubre un vasto territorio de 3016 km2, del cual casi el 40 % está constituido por zonas marinas.
El parque arqueológico y el museo son un destino turístico. Narran la historia de la región, que llegó a albergar uno de los primeros asentamientos españoles en el continente americano, la ciudad de Santa María la Antigua del Darién, fundada a principios del siglo XVI.
La reserva de biosfera cuenta con una población heterogénea de 24.287 habitantes, compuesta principalmente por pueblos indígenas y de origen afrocolombiano. Las comunidades locales participaron activamente en la presentación de la propuesta de designación a la Unesco, en particular los jóvenes y las mujeres.
En los planes de gestión de las zonas protegidas de la nueva reserva de biosfera se prevé la adopción de una agricultura sostenible, la mejora de la cadena de comercialización de los productos agrícolas y el fomento del Plan de Ecoturismo Comunitario.