A pesar de la incertidumbre de este año, IATA proyecta mayores ingresos y beneficios netos para las aerolíneas en comparación con 2024. Según la asociación, la caída del precio del petróleo es determinante, pero no suficiente para una rentabilidad promedio sigue siendo la mitad de cualquier otro sector.
Reunidas en Nueva Delhi (India), en el marco de la Cumbre Mundial de Transporte Aéreo, las aerolíneas del mundo, representadas por IATA, presentaron un panorama financiero para el año 2025 marcado por la resiliencia ante los cambios económicos y políticos de orden global. Esto se traduce, básicamente, en una mayor rentabilidad respecto al 2024.
El indicador clave es el beneficio neto, que este año ascendería a 36.000 millones de dólares, una cifra superior a los 32.400 millones de dólares obtenidos en 2024, pero ligeramente inferior a los 36.600 millones de dólares proyectados previamente (diciembre de 2024). ¿Mucho o poco? Para Willie Walsh, CEO (o en español, presidente ejecutivo) de IATA, es un asunto de perspectiva y contexto.
“Obtener una ganancia de 36 mil millones de dólares es significativo. Sin embargo, esto equivale a tan solo 7,20 dólares por pasajero por trayecto. Este margen de maniobra sigue siendo escaso, y cualquier nuevo impuesto, aumento de las tasas aeroportuarias o de navegación, impacto de la demanda o regulación costosa pondrá rápidamente a prueba la resiliencia de la industria”, expresó Walsh.
A pesar de la mejora —impulsada principalmente por una disminución del 13 % del precio de combustible de aviación— el margen de beneficio neto de las aerolíneas se proyecta en 3,7 % (superior al 3,4 % del 2024), lo que, según destaca Walsh, sigue representando aproximadamente la mitad de la rentabilidad promedio de cualquier otro sector. “Sin embargo, considerando los factores adversos, es un resultado sólido”, apuntó el directivo.
El líder de la asociación hizo un llamado a los políticos para que tengan muy presente este “escaso margen de maniobra”, especialmente, tratándose de un sector que, en toda su cadena de valor, emplea a 86,5 millones de personas y sustenta el 3,9 % de la actividad económica mundial. Un llamado que cobra más relevancia en Latinoamérica; la única región del mundo en la que IATA no proyecta un mejor desempeño financiero.
Entre las proyecciones de la asociación para este año también se destaca la caída del -4 % en el rendimiento de los pasajeros, lo que, según IATA, refleja el impacto de la bajada de los precios del petróleo y la fuerte competencia en el sector. “Esto mantendrá la tendencia de los viajeros a beneficiarse de viajes aéreos cada vez más asequibles. Se prevé que el precio medio real del tiquete de ida y vuelta (en dólares estadounidenses de 2024) sea de 374 dólares en 2025, un 40 % inferior a los niveles de 2014”, revela la asociación.
En ese orden de ideas, los datos de la encuesta de lATA (realizada en abril de 2025) también respaldan las proyecciones de crecimiento de la demanda: alrededor del 40 % de los encuestados prevé viajar más en los próximos 12 meses que en el período anterior. La mayoría (53 %) afirmó que espera viajar tanto como en los 12 meses anteriores y solo el 6 % indicó que prevé viajar menos.
Asimismo, alrededor del 47 % de los encuestados prevé gastar más en viajes en los próximos 12 meses que en los 12 meses anteriores. Un porcentaje casi igual (45%) prevé gastar lo mismo en viajes durante los próximos 12 meses, mientras que solo el 8% prevé gastar menos.