Con más de 450 asistentes de todo el continente se puso en marcha esta semana la edición 2025 de Wings of Change, un evento estratégico que reúne a los principales actores de la industria aérea en la región.
El sector aéreo en pleno se da cita por estos días (25 y 26 de junio) en el hotel Grand Hyatt de Bogotá para atender su cita política más importante del año: Wings of Change, un evento organizado por IATA que convoca a los directivos de las principales aerolíneas de la región, expertos en los múltiples campos de la industria aérea y autoridades aéreas o turísticas en torno a las discusiones centrales de la aviación.
La apertura, de hecho, estuvo a cargo del alcalde mayor de Bogotá, Carlos Fernando Galán, quien se refirió en su intervención a los proyectos y avances de la ciudad en materia de transporte. Posteriormente, José Henry Pinto, director de Aerocivil, hizo un anuncio que despertó aplausos en el auditorio (ver abajo) y reveló las cifras más recientes del mercado aéreo: entre junio de 2024 y mayo de 2025 se movilizaron por el país un total de 57 millones de pasajeros, lo que representó un aumento del 8,3 %: 35 millones de pasajeros domésticos y 25 millones internacionales.
Números mayores que ratifican el papel sobresaliente del mercado aéreo colombiano en el contexto regional. Este fue, de hecho, la razón principal para escoger a Colombia como sede de Wings of Change 2025: “Es uno de los líderes regionales y va a seguir creciendo”, expresó Peter Cerdá, vicepresidente regional para las Américas de IATA y anfitrión del evento, junto a Paula Bernal, Country Manager de IATA Colombia.
El evento, por supuesto, tiene un enfoque internacional, aunque los temas son comunes a todos los países y hacen parte de la sólida y sistemática agenda del gremio a través de los años: marcos regulatorios, cargas impositivas, rezagos de infraestructura, y más recientemente, avances en sostenibilidad. En concreto, se destacó el panel “The History and Future of Air Transport in the Americas”, con la participación de los CEO de Latam Airlines Colombia, Avianca, Copa Airlines y JetSmart.
Asimismo, el viceministro de Turismo (e) de Colombia, John Ramos, se unió a sus pares de Cuba, Guatemala, Chile y al CEO de Aeropuertos Argentina en un panel sobre las nuevas oportunidades del turismo en la región, con la moderación de Gustavo Santos, director Regional de ONU Turismo en Las Américas. Antes, Adrian Neuhauser, CEO del grupo Abra, habló sobre las prioridades y expectativas de la compañía y en la tarde, la agenda se desarrolló con conferencias y paneles sobre protección al consumidor, impacto de los aranceles, descarbonización del sector, asociaciones estratégicas y evolución logística, entre otros temas.
Una cuestión de infraestructura
Aunque la agenda continúa hoy con una variada gama de contenidos, los asuntos políticos que atañen a Colombia en materia transporte aéreo ya están dichos en gran medida. Desde IATA, en particular, en cabeza de Cerdá y Bernal, no se habló mucho de regulaciones e impuestos más que de infraestructura; el tema central y casi que un necesario mantra para la asociación.
“El gran desafío que tenemos en la región es la infraestructura, principalmente de aeropuertos”, inició Cerdá su intervención ante los medios de comunicación de todo el continente. “En un país como Colombia, que tiene potencial de seguir creciendo a los volúmenes de los últimos años, la infraestructura se convierte en la prioridad”, apuntó el directivo, quien citó de manera reiterada a las ciudades de Medellín, Cartagena, Cali y Pereira.
El quid del asunto es la condición misma del desarrollo de infraestructura, que está lejos de crecer al mismo ritmo de la demanda aérea: “Construir una terminal nueva no es un tema que se resuelve en meses, son años de planificación y años de construcción”, apunta el directivo. De ahí, precisamente, la insistencia: “Si en tres años volvemos y vemos que El Dorado, Cartagena, Medellín, Cali y Pereira están en la misma posición, vamos a tener un grave problema en Colombia”, afirmó Cerdá.
“La infraestructura no puede convertirse en una limitante para el volumen de pasajeros ni para el servicio que reciban. Hay que seguir invirtiendo y hay que hacerlo con una visión de largo plazo porque, generalmente, los proyectos de aeropuertos superan los periodos de las alcaldías y del Gobierno nacional. Es muy importante que cada ciudad tenga un plan a largo plazo”, señaló Bernal.
El Dorado: una cuestión de eficiencia y gestión
Y si la infraestructura es clave en el largo plazo, en el corto plazo la inquietud es otra. En el aeropuerto El Dorado, por ejemplo, la urgencia no tiene que ver con grandes inversiones ni megaproyectos sino con la puesta en marcha de 23 recomendaciones muy puntuales que un estudio de capacidad liderado por IATA formuló hace cerca de dos años en conjunto con las aerolíneas, el concesionario y la autoridad aérea.
Un magnífico ejemplo de trabajo conjunto que, sin embargo, ha tenido mínimos avances en su implementación. Hoy, con 70 operaciones hora y la posibilidad de una tercera pista muy lejos en el tiempo, la única alternativa que tiene el aeropuerto de Bogotá para incrementar su capacidad operativa es poner en práctica estas recomendaciones, divididas en medidas de corto, mediano y largo plazo.
“La mayoría —20 de 23— pueden hacerse sin ninguna inversión en infraestructura. Básicamente, lo que señala el estudio es que sí aprovechamos mejor algunos equipos, procedimientos y la forma en que funciona el aeropuerto, podemos pasar a cerca de 100 operaciones por hora. Ese es el nivel de un aeropuerto como Londres Heathrow. En la práctica, eso permitiría que El Dorado pueda recibir más aerolíneas y pasajeros internacionales, conservando una calidad idónea para sus usuarios”, explica Paula Bernal.
Es un asunto neurálgico para el aeropuerto de Bogotá y las aerolíneas que allí operan. No en vano, el director de la Aerocivil inició su intervención con una mención directa del tema: “Quiero decirles que vamos a empezar las mesas de trabajo que nos van a permitir implementar las recomendaciones. Esto es un compromiso y vamos a iniciar muy pronto”, manifestó Pinto, despertando aplausos en el auditorio. “Recibimos con mucha esperanza este compromiso”, apuntó Bernal.
El futuro de El Dorado: un asunto de visión
Y si la infraestructura es clave en el largo plazo y la eficiencia operativa en el corto y mediano plazo, la visión y decisión política es fundamental a todo nivel. Peter Cerdá fue claro y contundente al respecto al afirmar que “Bogotá está jugando en las grandes ligas”, pero mantener este nivel a futuro requiere de decisiones: “Lo que el Gobierno y el operador tienen que replantearse es que tipo de aeropuerto quieren a futuro. Hoy El Dorado recibe aviación comercial, aviación privada y aviación militar. Si Colombia quiere seguir creciendo y jugando en las grandes ligas con Nueva York, Madrid, Londres o Buenos Aires, difícilmente podrá hacerlo con tres actores utilizando el mismo aeropuerto. No es estratégico”.
La discusión no es nueva y aunque se ha dejado de lado en los últimos años, cualquier propuesta o escenario futuro para el principal aeropuerto del país vuelve a ponerla sobre la mesa. “Creo que es necesario tener una agenda con una visión hacia el futuro, que el Gobierno trabajando con el Distrito, la industria aérea y el aeropuerto decidan qué aeropuerto queremos. Ser competitivo en el futuro es muy difícil con tres actores distintos utilizando el mismo aeropuerto”, reiteró el directivo gremial.
Una respuesta
Excelente, tema la infraestructura de los aeropuertos y sus servicios en Colombia, pues nos hace falta mucha accion a esos 23 comentarios que se debe implementar no solo en los aeropuerto nombrados en las charlas, sino tambien en otras regiones de nuestro hermoso pais como Santa Marta, Monteria , Las regiones como Guaviare, Arauca, Putumayo lugares de alto impacto turistico y quienes necesitan del apoyo de todo el pais para que tengan exito unas vidas diferentes despues del largo conflicto armado de nuestro pais.